La empresa del sector de la construcción Alvisa sopesa la posibilidad de cerrar sus instalaciones en Huesca y centrar su actividad en otras plantas industriales de la sociedad ubicadas en los municipios de Zuera (Zaragoza) y Monzón (Huesca). Así lo señalaron ayer tanto fuentes sindicales como de la compañía, que fue adquirida hace más de un año por la multinacional Prainsa. En la actualidad, la planta de la capital oscense cuenta con 136 trabajadores (89 de ellos fijos), 216 menos de los que tenía antes de formalizarse la operación de compraventa.

Ante la posibilidad de cierre de las instalaciones y de traslado de los trabajadores a otras factorías aragonesas del grupo, los sindicatos han llevado a cabo varias reuniones con sus representantes en el comité de empresa para recabar datos sobre la situación económica de la planta. En este sentido, aunque señalaron conocer la intención de la compañía de cesar la actividad en Huesca, destacaron no tener ninguna notificación oficial de cómo se va a solucionar el tema.

Por su parte, el Ayuntamiento de Huesca se ha dirigido a la empresa para solicitar la celebración de un encuentro con sus responsables con el fin de solicitar información precisa sobre sus proyectos, así como en previsión de las posibles operaciones a llevar a cabo por la sociedad con los terrenos donde se ubica la factoría. Desde el consistorio oscense se aseguró desconocer las causas de la situación que atraviesa en la actualidad la empresa cementera y las circunstancias que habrían motivado la posibilidad de cierre de sus instalaciones en Huesca.

Fuentes de la dirección de la empresa admitieron la posibilidad de cierre de la factoría y vincularon la opción a la existencia de "desacuerdos" con el municipio respecto al Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), aprobado a finales de la pasada legislatura.

Por su parte, el consejero de Industria, Comercio y Turismo del Gobierno de Aragón, Arturo Aliaga, aseguró tener constancia de las previsiones de la empresa oscense y anunció la realización de gestiones con carácter inmediato para determinar sus causas. Aliaga mostró, además, su preocupación por la situación que atraviesan en la actualidad otras dos grandes factorías ubicadas en el entorno de la capital altoaragonesa, Mildred e Industrias Luna, ambas afectadas por dificultades económicas.