Los máximos responsables del Santander Central Hispano oficializaron ayer en Londres la compra del británico Abbey National, lo que convertirá al banco español en el primero de la Zona Euro, el cuarto de Europa y el décimo del mundo. Las cúpulas de ambas entidades ofrecieron los detalles de la operación que esperan completar a finales de año. El Santander canjeará una acción propia --procedente de una ampliación de capital-- por cada título del británico y abonará 0,39 euros en metálico. La oferta deberá ser aprobada por los accionistas de ambas entidades.

El grupo español adquirirá el 100% de capital del Abbey, por 12.800 millones de euros, al cambio del pasado viernes, e invertirá 680 millones en reestructurarlo y modernizarlo. A la vez, espera obtener una reducción de costes de 450 millones antes del 2007. Si finalmente el valor de la acción del SCH coincide con la media de los últimos tres meses, la transacción alcanzará un valor de 13.400 millones de euros.

El SCH ha justificado su oferta explicando que el canje se fijó según las cotizaciones medias de los tres últimos meses. La cuantía exacta de la operación se sabrá cuando se produzca la entrega de las acciones del Santander por las del Abbey. El SCH opina que el precio es atractivo para los accionistas, ya que es un valor superior al que el mercado daba al banco. Luqman Arnold, director ejecutivo de Abbey, también consideró como "bueno" el precio acordado.

Si la alianza concluye sin tropiezos, estaremos ante un grupo con unos activos de 600.000 millones de euros, un volumen de créditos de 314.424 millones, unos recursos de clientes de 436.400 millones, más de 130.000 empleados y casi 10.000 oficinas. "Abbey tiene una posición líder en el mercado de los préstamos hipotecarios, lo que combinado con su potente red de distribución, representa para el Santander y los accionistas de Abbey una oportunidad valiosa", señaló Botín. "Vemos la oportunidad de acceder a 18 millones de clientes en un país desarrollado, algo que sólo se presenta una vez en la vida", declaró Alfredo Sáenz, consejero delegado del SCH.

La adquisición es, según el grupo español, "una atractiva plataforma, con gran potencial, que permitirá penetrar en el lucrativo mercado bancario del Reino Unido".

Ninguna de las dos partes quiso especular sobre el número de empleos que serán suprimidos en la reestructuración del Abbey, pero todos los especialistas del sector coinciden en que será muy elevado. Alfredo Sáenz adelantó, no obstante, que habrá que desprenderse de ciertos activos del banco inglés. Según sus cálculos, la operación empezará a dar beneficios a partir del 2006.

Botín, que aseguró que el grupo mantendrá la marca Abbey por su valor en el mercado en que opera, manifestó que "este es un acuerdo que beneficia todas las partes implicadas, incluidos empleados y accionistas". En su opinión, a esta compra, que es la primera transnacional del sector bancario de Europa, le seguirán otras. El SCH no descarta volver a hacer otras adquisiciones.