El filósofo italiano Norberto Bobbio falleció ayer a los 94 años, tras sufrir una crisis respiratoria el pasado 27 de diciembre y entrar ayer en coma irreversible, según los médicos que le atendieron en el Hospital Molinette de Turín, su ciudad natal.

En este período Bobbio alternó momentos de lucidez con otros de inconsciencia, que es el que se adueñó de su cuerpo desde la madrugada de ayer y del que no se pudo recuperar, mientras a su lado estaban sus familiares más allegados, entre ellos su hijo Marco, que es cardiólogo.

Bobbio, que desde hace 20 años es senador vitalicio italiano por sus méritos como pensador, estaba considerado uno de los filósofos más importantes del siglo XX, especializado en derecho y política.

Política y cultura , Italia civil , El futuro de la democracia , Derecha e izquierda , que fue récord de ventas en 1994, y De senectute son algunas de las principales obras de Bobbio, un antifascista que simpatizó con las ideas socialistas.

Fue el oráculo al que periódicamente y, sobre todo, en los momentos más críticos de la historia reciente, se dirigieron los políticos progresistas en busca de consejo y orientación, que él siempre ofrecía, según los que le conocieron, con humildad y la inquietud de los que nunca están contentos consigo mismos.

Desde su inquebrantable posición de laico y liberal-socialista, Bobbio fue ante todo un filósofo militante, un intelectual difícil de encasillar, un antifascista de primera hora y un educador civil, como le definió el ex primer ministro italiano Giovanni Spadolini.

El filósofo tuvo siempre en su Turín natal el referente de su vida y de su vasta obra, difundida y apreciada en todo el mundo. En la capital piamontesa nació el 18 de octubre de 1909 y allí estudió y se doctoró en Filosofía y Leyes, antes de emprender, en pleno apogeo de Benito Mussolini, un peregrinaje por Italia como enseñante, que le llevó a frecuentar a varios grupos antifascistas y a fundar el movimiento Justicia y Libertad.

Tras la II Guerra Mundial (1939-1945) regresó a su querida Turín, donde enseño Filosofía del Derecho y de la Política en la Universidad hasta 1979, si bien siguió ejerciendo la docencia como profesor emérito.