África ya es un continente “libre de poliomielitis”. Así lo aseguró la Organización Mundial de la Salud (OMS) la semana pasada. La Comisión Regional Independiente de Certificación de África para la Erradicación de la Poliomielitis (ARCC) declaró oficialmente que los 47 países de la región africana de la OMS están libres del virus, y que no se ha registrado ningún caso en cuatro años. El último se detectó en Nigeria en el 2016.

El doctor Matshidiso Moeti, director regional de esta organización para África destacó que la noticia supone “un hito trascendental” para el continente y en especial para los menores. La poliomielitis es una enfermedad viral que puede causar parálisis irreversible y afecta principalmente a los niños menores de cinco años.

El virus se transmite de una persona a otra, principalmente a través del contacto con heces infectadas o, con menor frecuencia, a través del agua o de alimentos contaminados. Entra en el cuerpo por la boca y se multiplica en el interior de los intestinos.

Pese a no existir una cura para la poliomielitis, la enfermedad puede prevenirse mediante una simple y eficaz vacuna oral, protegiendo así al niño de por vida. Esta medida de protección existe desde los años 50 del siglo XX, lo que permitió a los países más ricos acabar con ella, pero no así a muchos estados africanos y asiáticos.

La senda para lograr la erradicación comenzó en 1996, cuando la Organización de la Unidad Africana se comprometió a eliminar la poliomielitis, que paralizaba a 75.000 niños al año en el continente. Desde ese momento, según los cálculos de la OMS, se ha evitado que unos 1,8 millones de niños sufrieran de parálisis permanente y se han salvado unas 180.000 vidas.