Al menos 28 personas resultaron heridas hoy en Tailandia al estallar una granada al paso de una marcha de manifestantes antigubernamentales que mantienen por quinto día el bloqueo de Bangkok, informaron medios locales.

El centro de urgencias Erawana indicó que habían atendido a 28 heridos y el canal de televisión Bluesky, que hace un seguimiento ininterrumpido de las protestas, mostró imágenes de varios manifestantes ensangrentados cuando eran evacuados en camionetas a los hospitales.

Uno o dos asaltantes lanzaron al menos un explosivo contra los manifestantes desde un edifico abandonado de una calle por donde pasaba la comitiva, que estaba encabezada por el líder de las protestas, Suthep Thaugsuban, quien salió ileso.

Varios manifestantes irrumpieron en el edificio rompiendo puertas y ventanas en busca de los responsables del lanzamiento de la granada, según observó Efe.

Agentes de policía y militares han llegado a la zona para iniciar investigaciones y poner orden.

Un grupo de soldados ha empezado a acordonar el edificio del que se lanzó el explosivo.

Los tiroteos y ataques con pequeñas bombas se han sucedido cada noche contra campamentos de manifestantes desde que estos iniciaron el lunes el bloqueo de siete intersecciones de Bangkok, en un protestas que hasta ahora de día se habían desarrollado de forma pacífica y festiva.

La pasada noche otra granada fue lanzada contra la residencia oficial del gobernador de Bangkok, Sukhumbhand Paribatra, que causó algunos daños materiales.

El explosivo es parecido al que fue lanzado el martes contra la casa del ex primer ministro tailandés, Abhisit Vejjajiva, líder del opositor Partido Demócrata, en el que también milita Sukhumband, que boicotea las elecciones y simpatiza con los manifestantes.

Otras pequeñas bombas fueron arrojadas contra los guardas apostados en las entradas de dos de los siete campamentos, que también fueron tiroteados en un tercer punto de concentración sin que hubiera heridos.

Los incidentes ocurrieron pese al despliegue por varios puntos de la ciudad del Ejército y agentes de la policía, ausentes de las calles desde el inicio de esta última escalada de protestas.