Este psiquiatra nacido en Mequinenza ha colaborado en la elaboración del ‘Manual de la relación médico-paciente’ impulsado por el Foro de la Profesión Médica y reconoce que los recortes son una amenaza para el sistema público.

—¿La relación médico-paciente goza de buena salud?

—Cuando desde el Foro de la Profesión Médica se decidió plantear este proyecto, más allá de elaborar el manual se pensó que lo importante era defender esta relación médico-paciente, porque en los últimos años ha habido varias amenazas como los recortes o la influencia de las farmacéuticas. De todos modos, en España tenemos unos grandes profesionales que plantan cara a todas estas amenazas con un gran esfuerzo. El objetivo es que el paciente salga de la consulta escuchado y comprendido, y eso es algo que los médicos cada vez tienen más en cuenta.

-Se estima que los médicos de atención primaria disponen de una media de cinco o seis minutos por paciente. Las prisas no ayudan.

-Por supuesto que no. La precarización del sistema público es una gran amenaza. Los médicos de atención primaria tienen que ver a 40 o 50 pacientes en una misma mañana y, en ese escenario, la atención de calidad, humana, cálida y cercana es muy complicada. Cuando llevas nueve años con ese nivel de pacientes se corre el riesgo de que se produzca una especie de mecanización en el proceso en el que la relación cálida y humana se va deteriorando. Ahí perdemos todos. El paciente se queda insatisfecho y el médico también porque no puede dar todo lo que le gustaría. Por eso, la idea era defender esa relación de esos riesgos y pasar a considerarla como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

-La financiación es clave pero, ¿hay otros puntos de mejora?

-El sistema actual dificulta que haya una relación excelente, pero se pueden hacer más cosas. La formación de los futuros médicos, por ejemplo, es fundamental. Asignaturas como ética, medicina comunitaria o antropología deberían ir ganando más protagonismo para que los profesionales entiendan que no solo se trata de adquirir conocimientos.

-¿Esta relación es diferente en otros países?

-Bueno, al final la relación médico-paciente no deja de ser un fenómeno cultural. Está claro que en China, donde contemplan la sanación desde otros puntos de vista, o en EEUU, debido a las características de su sistema de salud, la relación será muy distinta.

-Aseguran en el manual que una mejor relación médico-paciente reduciría el coste sanitario. ¿Por qué?

-Cuando un paciente conoce a su médico, la explicación que este le dé puede evitar que acuda a otros especialistas o que se realice otras pruebas. Por supuesto, conocer todo el historial y la medicación de un paciente también ayuda a optimizar los recursos limitados.

-¿Es psiquiatra por vocación?

-Estudié hasta la ESO en Mequinenza y luego fui a Fraga al instituto. Ya entonces quería ser médico y cuando empecé la carrera me tiró más la parte de la medicina que se puede desarrollar en contacto con el paciente. Nosotros no podemos hacer analíticas o un TAC. No tenemos otra herramienta más que la conversación con el paciente y eso es lo que me gusta realmente.