Una temporada «relativamente buena» para la economía de la pesca

Los comerciantes especializados en este sector celebran los buenos niveles de agua, pero admiten sufrir los efectos de la inflación en las ventas habituales

Las tiendas de pesca vuelven a tener más actividad tras dos malas temporadas.

Las tiendas de pesca vuelven a tener más actividad tras dos malas temporadas. / El Periódico de Aragón

Sergio H. Valgañón

Sergio H. Valgañón

Los dos años de sequía continuada padecida por Aragón golpearon excepcionalmente a la economía relacionada con la pesca. Menos deporte, menos turismo y menos ventas para unos comerciantes especializados que están pendientes tanto del cielo como del nivel de las aguas. Las buenas reservas hídricas de la comunidad en este 2024 permiten hablar de "una temporada normal", en la que el punto negativo lo aporta esa inflación que afecta a los bolsillos de los ciudadanos desde hace casi ya dos años.

Mikel de Diego atiende al teléfono detrás del mostrador de Caspe Fishing Shop, tienda especializada cerca del Mar de Aragón que es destino predilecto para la pesca para competidores de todo el planeta. "Ha mejorado un poco respecto a los últimos años y el turista extranjero está de vuelta", explica el empresario, que insiste en que el deporte de la pesca está mucho más extendido por otras zonas de Europa que en España y que el regreso de los aficionados centroeuropeos puede llevar la campaña hasta un nivel "relativamente bueno".

"Nuestra temporada tiene tres picos: en primavera, con los depredadores; en verano, con la carpa, y en otoño con todo tipo de animales", cuenta este especializado vendedor, que recuerda como el año pasado "por estas fechas, en mayo, los visitantes dejaron de venir porque se encontraban con un embalse sin agua". "Han sido dos años muy malos para el turismo y estamos recuperándonos", explica De Diego, que ha lamentado que en los últimos tiempos "tenías unas previsiones de material, nos hemos quedado con mucho y este año le podremos dar bastante salida". No teme, por desgracia para el negocio, quedarse sin estoc para atender la demanda de todo el año: "Hemos sido más precavidos para solicitar nuevo material, por lo que no creo que nos quedemos cortos en níngun momento de la temporada".

Ese aumento de las ventas no será, sin embargo, tanto como desearían en Caspe Fishing Shop ya que se enfrentan, como en el resto de los comercios, a la inflación. "El turista español lo nota más, pero el extranjero no viene con la alegría de antes y pregunta bastante por el precio de las cosas", analiza De Diego, que pone de ejemplo los cebos con harina, "que han subido de precio una barbaridad". "Antes se compraban dos bolsas de cada cosa, hoy miran más y se llevan solo una", ejemplifica.

En Mequinenza, David Espax, gerente de Mequifish, coincide en que en nivel de visitantes «"a temporada está bien", pero critica que hasta hace poco no conocían cómo iba a ser la seguridad del agua: "Ahora ya nos comunican cuando van a desembalsar, porque hay mucha agua, pero antes no nos lo decían y era complicado para la gente que venía a pescar".

"No nos podemos quejar", admite Espax, que tira de lógica para explicar cuándo suben las ventas: "Hay mucha actividad en los peces, entonces si pican menos, la gente compra menos útiles". Sin embargo, sí que cuenta que la actividad en Mequinenza es de todo completo" desde que la temporada arrancase en marzo y espera que se extienda hasta el final, en octubre.

Como a De Diego, el principal golpe en este 2024 le llega al gerente de Mequifish en la inflación. "Se está notando un montón", cuenta Espax, que incluye a los turistas extranjeros entre esos que también miran el precio. "Se pregunta mucho y se gasta menos que antes", desarrolla el vendedor de útiles de pesca, que lo ha notado en que "se compran menos cantidades y se busca solo lo que se necesita, ya no hay tanto capricho o probar nuevos elementos". La más damnificada, la parte más cara: "La gama alta de cañas de pescar o los útiles de mayor prestigio se compraban mucho más en anteriores temporadas".