La Casa de Mareca, la residencia de verano del Conde de Aranda, ha pasado a ser propiedad municipal, al menos en su mayor parte. Los actuales propietarios han cedido al Ayuntamiento de Epila la propiedad de esta construcción que se encuentra en muy mal estado de conservación.

Con esta cesión, tan sólo una parte de esta edificación, de gran valor histórico para la localidad, se mantiene en manos privadas.

El consistorio, inmerso ahora en un plan de restauraciones que afecta al palacio y a la ermita, no tiene ningún proyecto inmediato para la Casa de Mareca aunque, en un futuro próximo se abrirá tanto a iniciativas públicas como privadas. Por el momento se tapiará la construcción debido a su mal estado para evitar posibles accidentes e impedir el acceso a curiosos debido al peligro.

En esta línea de inversiones en patrimonio, también hay que destacar el apoyo que el Ayuntamiento prestará a la cofradía de Nuestra Señora de Rodanas para la rehabilitación de la cubierta del santuario.

Las mejoras en este edificio requieren de una inversión de 21.035 euros y cuentan con el apoyo de la Diputación Provincial, que aportará un 60% de la inversión. La CAI también colabora con la cofradía en la parte de inversión que corresponde a este colectivo.

C. V.