A Gustavo Poyet le gusta mucho Álex Alegría, cuyo fichaje por el Zaragoza fue oficial este martes. Desde que, en la temporada 2016-17, ambos coincidieran en el Betis, dirigido por el técnico uruguayo en las primeras once jornadas. Entonces, el exzaragocista otorgó galones a un delantero espigado de 24 años que fue titular en muchos partidos. También con Víctor Sánchez del Amo y Alexis, los otros inquilinos del banquillo verdiblanco durante aquella convulsa campaña. En total, Alegría jugó 25 partidos, quince de ellos en el once inicial y anotó tres goles. «El Zaragoza ficha a un jugador que, pese a su gran estatura, tiene una gran movilidad. Aguanta bien el balón y ofrece posibilidades de salida al equipo. Tiene una forma de manejar su cuerpo que a mí me encanta», asevera el entrenador.

Esa capacidad para descargar el juego y volver al área emerge como, seguramente, la principal virtud de un delantero que, según Poyet, «habría jugado mucho conmigo a pesar de todos los buenos delanteros que había en aquella plantilla, empezando por Rubén Castro». Porque el uruguayo entiende que Alegría realizaba «una función muy específica que hoy en día es muy necesaria en el fútbol. A mí me ayudó mucho, lo veía con muchas ganas».

Así que la incorporación del extremeño puede ser altamente beneficiosa para un Zaragoza ávido de referencias ofensivas, aunque el exjugador del conjunto aragonés advierte de la necesidad de un determinado estilo de juego para que Alegría pueda desarrollar adecuadamente sus características. «Álex Alegría necesita que el equipo vaya por fuera y llegue a zonas de centro. Él no es un jugador que vaya a regatear a todos, sino que necesita servicio y eso lo sabe bien Miguel (Torrecilla). Si lo que busca JIM es eso, Álex puede dar un resultado espectacular en el Zaragoza», afirma.

Aunque el extremeño no es un goleador consumado. Y eso que la pasada campaña marcó seis tantos en media temporada en el Extremadura. Sin embargo, Poyet destaca que el delantero puede aportar, además, otras cosas muy positivas al equipo. «Si le dan la importancia de jugar y que sepa que él es quien ha de ser el que meta los goles y dotarle de esa responsabilidad, será positivo. Pero es que los entrenadores han cambiado mucho y ningún delantero centro acaba jugando todos los partidos. Benzema y poco más», sostiene el uruguayo.

En ese sentido, Poyet incide en esa «confianza» necesaria para que Alegría, que será presentado hoy, pueda rendir de acuerdo a lo que él espera. «Recuerdo que en aquel Betis alguna vez Rubén Castro se quedó en el banco y Álex tenía que responder. La cuestión es que le den el juego que él necesita. Te va a dar salida cuando estés presionado, pero deberás llegar por banda», insiste.

De espaldas

Aquel Betis, sostiene el preparador, «todavía no estaba jugando para el estilo de Álex» cuando Poyet fue destituido. Quizá por eso solo marcó «un par de goles», pero el entrenador reitera que «me ayudó muchísimo con su juego de espaldas. Aporta muchas cosas pero luego depende de a qué juegas. Si buscas saltar líneas y buscar el campo contrario, te puede dar un rendimiento espectacular. Para lo grande que es, sus movimientos son muy interesantes y es capaz de hacer grandes jugadas».

En principio, la llegada de Alegría restará protagonismo al Toro Fernández, cuyo rendimiento en el Zaragoza está lejos del esperado por Poyet, que admite su desconcierto. «Me sorprende muchísimo lo que está pasando con él. Me pareció un pedazo de fichaje por parte del Zaragoza y estaba seguro de que los iba a matar a todos. Al no estar ahí dentro es difícil saber lo que puede estar pasando, pero está claro que hay algo que no va bien», considera.

De cualquier modo, el técnico mantiene que Fernández «era y es ideal para el Zaragoza. Lo sigo pensando porque lo vi jugar y sé lo que es capaz de hacer, pero, como Álex, son jugadores que necesitan que el equipo juegue de cierto modo para que puedan desarrollar sus características».