Los relojes deben atrasarse una hora en la próxima madrugada, ya que desde mañana, domingo, el horario de invierno entra en vigor en todos los países de la Unión Europea. A las tres de la madrugada, las agujas deberán retrasarse hasta las dos. Este cambio se decidió para aprovechar más la luz del día y ahorrar energía asociada al uso de la luz artificial.

Según informa el Instituto para la Diversificación y el Ahorro Energético (IADE), en España el ahorro en iluminación en el sector doméstico, por el cambio de hora, puede representar un 5%. Si el consumo medio de una familia española es de 3.200 kilovatios hora, el ahorro sería de más de 6 euros por hogar y más de 60 millones para el conjunto de ellos.

A ello habría que sumar, procedente del sector de comercio y servicios, un ahorro del 3%, es decir, más de 6 millones de euros en concepto de reducción de consumo de aire acondicionado. El total de este ahorro energético alcanza así el 8%, si sumamos el del ámbito doméstico y el del sector comercial y de servicios.

Este ajuste de hora comenzó a generalizarse, aunque de manera desigual, a partir de 1974.