Ariana de la Luz cruzó ilegalmente la frontera de México con Estados Unidos a los 8 años. Ahora, a los 21, trabaja y paga sus impuestos, y el mes que viene empieza Sociología y estudios chicanos en la Universidad de California. Pero Ariana sigue sin tener permiso de residencia, por lo que no puede aspirar a obtener becas o ayudas económicas. Los papeles (denominados en EEUU green card o tarjeta verde) cambiarían eso. Cambiarían muchas más cosas. Pero Ariana no tiene dinero para pagar a los abogados especializados en migración. Por eso acudió a Gana la verde .
Ese es el título de un concurso de televisión hispana por cable que se estrenó el 1 de julio en Los Angeles, San Diego, Houston y Dallas, y que se ha convertido en un éxito de público: cada día, de lunes a viernes, lo ven un millón de personas. Desde su productora, Liberman Broadcasting, aseguran que hay lista de espera para participar.
Gana la verde también es "una desgracia absoluta y una falta de respeto", según la Asociación Americana de Abogados de Inmigración, una de las organizaciones que hablan de explotación, denigración y falsedades y piden la suspensión o el boicot del concurso.
Abogados, no papeles
Gana la verde es una especie de Factor miedo donde seis inmigrantes sin papeles deben superar pruebas que van desde comer escarabajos vivos o meterse en una caja con 500 ratas vivas hasta atrapar un cerdo untado en mantequilla o saltar entre camiones de 18 ruedas a 100 kilómetros por hora. El premio, pese al título del concurso, no es la verde , sino el pago de un año de abogados "experimentados".
Ariana ganó. Antes, eso sí, tuvo que superar sus tres pruebas, incluyendo comer gusanos de tequila vivos. "Mi madre me dijo que confiara en Dios y que él me ayudaría", recordaba tras tragar 38 gramos de gusanos. Ariana sabía que no tiene garantías de obtener finalmente los papeles. Antes de participar había firmado el acuerdo de 20 páginas, redactado en español, donde se exime a la productora de responsabilidad si no se obtiene la green card .
Ese acuerdo no es suficiente según quienes critican el concurso. "Se da el mensaje erróneo de que a través de trucos uno puede conseguir la verde", denuncia Angela Sanbrano, directora de la Coalición para los Derechos de los Inmigrantes. Eso coincide con lo que ha dicho una portavoz de la Agencia de Inmigración estadounidense, Virginia Kice. "La premisa de que un abogado de inmigración sólo puede ajustar el estatus migratorio es falsa".
Lo cierto es que las autoridades no han dado ningún paso para detener el concurso. Y para sus productores, ese es argumento para seguir emitiéndolo. "Nos regula la Comisión Federal de Comunicaciones y si ellos tuvieran algún problema nos contactarían. No lo han hecho y no hemos tenido quejas ni de espectadores ni de nadie que haya participado", ha dicho Lenard Liberman, la mente de la que nació Gana la verde .
Otros también denuncian que se está colocando a inmigrantes indocumentados en el punto de mira de las autoridades y aumenta el riesgo de que sean repatriados. Ariana estuvo dispuesta a pasar por ello. "Hay veces en que arriesgas lo que necesitas --dice-- y tienes que arriesgar para conseguir algo". Aunque no sea la verde .
