La rehabilitación hace 20 años del convento de San Agustín supuso un proyecto colaborativo arte-arquitectura donde el pintor Santiago Arranz tuvo la oportunidad de desarrollar el concepto de tiempo histórico, circular y lineal y contar la historia de Zaragoza a través de formas inspiradas en el pasado de la ciudad. La exposición 'Espacios de Tiempo' hace mirar de nuevo este trabajo.

"Sin concepto no hay arte, y nada podemos imaginar sin el espacio. El conocimiento histórico del lugar donde se asienta el actual Centro de Historias, antiguo convento de San Agustín, fue fundamental para desarrollar mi proyecto artístico apoyándome en la lectura de Las Confesiones de San Agustín sobre el tiempo. Trasladar a esta exposición actual mis propias confesiones para acercarme al público y desvelar las claves de mi proceso de trabajo son la principal motivación de este ejemplo de colaboración, arte-arquitectura, con el arquitecto Ruiz de Temiño entre 1998-2003", explica el propio Arranz en la exposición, que concluye su texto: "Una plasmación del tiempo, que tiene más que ver con el olvido que con la memoria, considerando el olvido como otra forma de recordar y reconocer nuestra historia en estos espacios de tiempo que son los muros del Centro de Historias de Zaragoza".