Doce miembros de un jurado popular tendrán que decidir por unanimidad si un joven de dieciocho años es culpable de asesinar a su propio padre. La condena será, ni más ni menos, la pena de muerte.

La duda razonable que uno de los miembros del jurado tiene sobre dicha culpabilidad obligará a reflexionar a cada uno de los componentes del jurado.

Pruebas y testimonios hacen que la balanza se incline hacia un lado u otro, una decisión no tan clara.

Dirección: Jesús Bernal