Cuando David Baldrich, propietario y jefe de cocina de La Senda, decidió centrarse en un único menú degustación elaborado completamente a su gusto, no imaginaba que, meses después, la lista de espera se prolongaría durante meses

Cambia cada varios meses y se caracteriza por sus técnicas modernas y sofisticadas, a partir de ingredientes naturales, aunque en los últimos meses ha apostado por los productos aragoneses. La bodega se encuentra en ampliación, buscando referencias que se escapen de lo trillado.

Antaño conocido como "el Bulli de Torrero", en primavera de 2017 la Senda abandonó el barrio y baja al centro de la ciudad, instalado en un local en la calle Hernán Cortés.