El economista Gonzalo Bernardos se sumó este pasado martes a la polémica generada por las palabras de la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, a cuenta del horario de cierre de los restaurantes en España. El debate comenzó el lunes cuando, en una reunión del grupo parlamentario de Sumar, Díaz afirmó que no le parecía "razonable" que estos establecimientos estuvieran abiertos a la 1 de la madrugada, en el contexto del debate sobre la reducción de jornada laboral y de la racionalización de horarios.

Un día después y tras críticas de la líder del PP madrileño, Isabel Díaz Ayuso, la ministra insistió en "no frivolizar" con el tema para ahondar en la cuestión. "Trabajar en horario nocturno conlleva riesgos para la salud", dijo, trazando una línea con el respeto a los derechos laborales.

El debate, lejos de morir en la orilla, ha continuado escribiendo páginas y sumando protagonistas. El penúltimo en opinar ha sido el mediático economista catalán ante las cámaras de La Sexta.

"La terraza que no nos la quiten"

Bernardos, siempre mordaz y contundente en sus críticas, no ha dejado pasar la ocasión para criticar duramente las palabras de la ministra. En su intervención durante el programa Más Vale Tarde este pasado martes, el economista se mostró tajante sobre el asunto desde el inicio de su intervención: "Ha sido un error importante, porque no todo lo que hace Europa está bien y lo que hacemos nosotros está mal".

En este sentido, recordó que España debe gran parte de su riqueza al turismo. "Es el segundo [país] del mundo por ingresos de turistas. A los restaurantes les viene muy bien que los extranjeros cenen a las 18 h o 18.30 horas y los españoles a las 21 h".

Ahondando en esta cuestión, Bernardos defendió que "tenemos una manera de disfrutar muy diferente a los extranjeros, somos mucho más de bares y restaurantes y, sobre todo, la terraza que no nos la quiten".

Esto no es obstáculo para que se muestre a favor de mejorar las condiciones laborales de los camareros, tachando a todo aquello "que sea imitar a los que lo hacen peor que nosotros en materia de restauración y ocio". Bajo su criterio, es "importante" mejorar los salarios, algo que ya se está dando, "pero demasiado lento".

Aunque "no se les pagan horas extras, no tienen plus de nocturnidad y empalman turnos", en materia de hostelería España, dijo el economista, es "un ejemplo en la variedad de platos, calidad de los menús y en ofrecer un servicio muy diferente al resto de Europa".