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CHULERIAE IMBECILIDAD

Ponferrada no es un villorrio cualquiera. La capital de la comarca del Bierzo es una gran ciudad con peso demográfico y económico propio frente a la capital provincial: León. El dato tiene su interés porque se supone que los ediles de esta antigua e importante población no pueden ser, en buena ley, ni mentecatos ni descerebrados. De hecho, el Partido Popular tuvo que escoger cuidadosamente su equipo, porque el anterior alcalde fue condenado por la Justicia por acosar a una compañera de consistorio. ¿Por qué permite entonces que prospere la propuesta de sus representantes municipales de poner el nombre del condenado a un centro cívico? ¿Pretenden premiarle por acosar sexualmente a Nevenka Fernández? ¿Quieren darle otra bofetada moral a la víctima por defenderse, con gran sufrimiento personal e incuestionable valor cívico, de quien quería abusar de ella? ¿Lo harán para mandar un corte de mangas al resto de una sociedad asombrada y consternada por semejante desatino?

El Partido Popular no puede limitarse a pedir blandamente a sus concejales que reconsideren su repugnante decisión. Una muestra tal de insensibilidad ética, de bajeza intelectual y de alarmante catadura política exige que la dirección del partido ataje este escándalo. Por respeto a sus votantes y por ese sentido común que parece haber abandonado completamente a sus conmilitones en Ponferrada. En política, la chulería y la imbecilidad no salen nunca gratis. No las toleren ni las ignoren.

*Periodista

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