El ‘hackeo’ de la tarjeta ciudadana

El fraude descubierto por este diario con las recargas de tarjetas bus y tranvía puede tener unas dimensiones colosales a tenor de los días que llevan con la aplicación, el número de usuarios, la mayoría estudiantes, y el valor de las recargas. Todo por las habilidades del hacker que ha dado con la vulnerabilidad del dispositivo fabricado por Hiberus y ha hecho incluso negocio. Algo debería afinar esta empresa y más operando para el sector público. No es la primera vez que su tecnología falla: la gestión de los institutos de enseñanza media aragoneses ya fue objeto de sonoras quejas.