Azcón hace un presupuesto típico de derechas

El primer presupuesto del alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, puede decirse que es bueno porque tiene su estrategia y su discurso político y es el típico que hace la derecha cuando llega a las instituciones: recorte a las deudas y recorte a las inversiones. El objetivo que persigue el gobierno PP-Cs (con el apoyo de Vox) en el Ayuntamiento de Zaragoza es sanear las cuentas y probablemente algo conseguirá pero lo que no se ve es un modelo claro de proyecto de ciudad.

Con cuatro años por delante, quizá el esfuerzo del equipo económico de la concejala de Economía, María Navarro, debería haber estado más dirigido a los distritos dando continuidad no solo a unos proyectos de inversión ya iniciados sino también a aquellos previstos (aunque tengan un componente más de izquierda). Además el aumento en el gasto en los servicios públicos no significa que el transporte, la limpieza o los parques públicos vayan a tener mejor calidad que hasta ahora sino que es un dinero destinado a cumplir exclusivamente con sentencias para las concesionarias. Deberían de haberse conjugado las dos intenciones.

El plato fuerte del presupuesto municipal del 2020 es la venta de suelo de Zaragoza, algo que rescata el gobierno de derechas y que no se hacía desde que el socialista Fernando Gimeno tenía que intentar cuadrar las cuentas. Una venta de suelo para los promotores-constructores, que irá, con toda seguridad y curiosamente, allí donde ellos quieren, en zonas de la ciudad como San Gregorio, el Arrabal o la avenida Cataluña y en estos momentos en que dicen que falta terreno para las viviendas de protección. Una gestión de suelo que habrá que seguir detenidamente (no se habla para nada del futuro del campo de fútbol de La Romareda). Con esta operación, el equipo económico municipal espera recaudar más de 20 millones de euros, algo que toda la oposición ha puesto en duda. A ver si las enmiendas mejoran algo la inversión.