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Vicente Calatayud

Por la boca muere el pez

En nuestro refranero, tesoro popular, tan antiguo como los proverbios bíblicos, encontramos, magistralmente definidas ideas convertidas a frases populares, que describen y definen casi todas las peripecias de la relación, entre las costumbres sociales, políticas, religiosas, sanitarias, climatologicas, culturales y sexuales e incluso existenciales de nuestro coexistir, con un carácter ideológico o aleccionador.

Divulgadas de generación en generación, definen situaciones, escenarios o entornos. Aquella famosa frase; ¿por qué no te callas? Excelente consejo para muchos de los que informan sobre la pandemia que nos debilita y nos ha conducido a arresto domiciliario. «Por la boca muere el pez» esta tomando un auge constitucional excesivamente frecuente.

Si repasamos los aparejos con caña, mosca y el anzuelo de la hemeroteca, encontramos una piscifactoría parlamentaria y gubernamental de mortecinos «pescaditos» que por su excesiva y discrepante verborrea entre lo que dicen, lo que hacen y lo que promocionan, han hecho triste realidad aquello de que: «Por la boca muere el pez».

En la desembocadura del CIS o en la marea feminista del 8-M habría que sujetar muy bien «la caña», o pescar al arrastre por masiva afluencia de lenguaje ideológico. Abierta la piscifactoría ideológica de nuestra democracia, afamados protagonistas de la política española, tanto de nuevo, como de viejo cuño, fueron y son incapaces de mantener la palabra dada, no ya de un día para otro, sino en el mismo evento. ¿ Mitómanos ? ¿«Faltos de honor»? Sus palabras no se ajustan a los hechos, y se conforman con el espectáculo, olvidando, que en la arena política, a las promesas les deben seguir los hechos.

Barniz, que se podría aplicar a muchos de nuestros representantes, que cuentan con coreadas acciones de esta naturaleza. Lo que demuestra, por reincidente, una limitada actividad cerebral que define su credibilidad. Tanto cuando están en la oposición como cuando gobiernan.

Hoy, esta variedad de peces nos gobierna desde la piscifactoría de la coalición; donde cuando no se entiende el torrente democrático, responden como en las ultimas ultimas comparecencias por la pandemia; con una coz sonora, o con un rebuzno verbal.

*Catedrático emérito de la Universidad de Zaragoza

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