En este país, la mitad del tiempo dedicado a la actividad política lo consumimos entre fabricar noticias falsas y desmentirlas. Hemos convertido la política en un circo donde el que más grita y más burradas y mentiras dice, parece tener la razón. No hay límites. Se miente y se fabrican mentiras sobre lo obvio. Es hasta cierto punto normal que algunas personas, en medio de las dificultades en las que vivimos, se abracen a las fake news como solución, pero que un responsable político se aproveche del ciudadano bien intencionado y utilice el momento de angustia que vivimos para vender falsedades, resulta indecente.

En apenas diez días se han fabricado mentiras sobre infinidad de cuestiones que, por supuesto, no han sido desmentidas una vez detectadas. Al secretario general del PP se le ocurrió acusar al gobierno de hacer negocio con el IVA de los test de antígenos, que no llevan ningún impuesto. ¿Ha rectificado? No. El alcalde de Madrid y portavoz de los populares saca pecho diciendo que los buenos datos de empleo en el pasado año (782.232 parados menos) «son positivos porque Madrid sigue tirando de España» cuando la realidad es que Madrid ha bajado un 15% el desempleo cuando la media de España está en el 20%. ¿Alguna autoenmienda? Tampoco. La portavoz popular en el Congreso de los Diputados relativizó los mismos datos con la sinfonía de que ya «el PP de Rajoy consiguió que durante 52 meses encadenados España liderase la bajada del paro en la zona euro». Sin embargo, la realidad es que durante los 77 meses en que gobernó, nuestro país solo lideró los mejores datos del paro en cuatro. Ella misma sigue. «Los datos del paro están dopados por la creación de puestos de trabajo en el sector público».

Gregor

Manipulación

Entre enero de 2019 y 2021 se han creado 130.000 nuevos empleos públicos, el 90% de los mismos en sanidad y educación con la pandemia por el medio. Que nadie espere aclaraciones.

La manipulación de las declaraciones del ministro Garzón sobre las macrogranjas ha resultado igualmente paradigmática, al conseguir arrastrar no solo a toda la derecha, sino a algunos barones socialistas, Javier Lambán entre ellos, que al primer soplo les han temblado las canillas y se han sumado a una cacería que se nutre de mentiras y medias verdades. Al margen de la oportunidad o no de esas declaraciones, el ruido ha dejado escapar el debate de fondo, que no es otro que el significado de la transición verde para las diferentes formaciones políticas. ¿Qué piensa la derecha de ello? ¿Van a utilizar cualquier debate sobre estos temas para hacer populismo? ¿Cómo entienden la lucha por la sostenibilidad del sistema? Por cierto, las regulaciones de las macrogranjas en cuatro comunidades autónomas y el Real Decreto Ley 306/2020 de 11 de febrero en términos semejantes a los planteados por el ministro, ¿son materia suficiente para desmentir alguna de las mentiras vertidas? Me temo que no.

La manipulación de las declaraciones del ministro Garzón sobre las macrogranjas ha resultado igualmente paradigmática

Del tratado de Maastricht en 1993 salieron los fondos de cohesión que han reportado a nuestro país más de medio billón de euros. Aznar recibió a Felipe González en el Parlamento llamándole pedigüeño. Como de tal palo, tal astilla, Pablo Casado se envuelve en la misma bandera y afirma que los fondos Next Generation postcovid, son «un reparto a dedo» que pueden llevar a la corrupción». Han intentado influir en la Comisión europea, han arrastrado el nombre de España por los suelos y han mentido sin más argumentos que sus circunloquios conspiranoicos. Son acusaciones que afectan a la propia Comisión Europea, porque ha estado desde el primer día muy encima del reparto y de los criterios, y es bien conocida su transparencia y la efectividad de los filtros de Bruselas.

Golpes de ciego

La sensación de un líder de la oposición desnortado y cercado por sus «cuitas internas» dando golpes de ciego, está perjudicando la imagen de España, y alimenta las mentiras de aquellos que les importa un carajo la recuperación del país. Porque el bombardeo de mentiras no es casual, sino fruto de una oposición sin complejos. Es una estrategia que busca la indiferencia ante la verdad, el hastío, la primacía de las emociones sobre la deliberación y la reflexión que consideran una trampa de la izquierda.

El PP suministra con las mentiras y falsas verdades que constantemente propaga, munición al populismo de la extrema derecha. En el fondo está alimentando antisistemas que buscan la desconexión entre el Estado y la sociedad aprovechando la fragmentación social que vivimos y la desmovilización. Ellos sabrán.