Querido diario. Día uno: ¡Hoy empiezan mis vacaciones! Una semana de crucero por el Caribe. He metido en la maleta todos mis mejores vestidos. ¡Estoy excitadísima!

Querido diario. Día dos: Hoy hemos estado todo el día en alta mar. ¡Qué hermosas vacaciones! He visto delfines y tiburones. Y he visto al capitán, por cierto, y me ha parecido un hombre muy interesante.

Querido diario. Día tres: Hoy hemos llegado a Guadalupe. Qué isla más preciosa. Arena blanca, sol… Un paraíso. Por la noche el capitán me ha invitado a su mesa a cenar. Ha sido un honor y me lo he pasado maravillosamente. Me ha parecido un hombre atento y muy atractivo.

Querido diario. Día cuatro: Hoy hemos llegado a Martinica. Una isla de ensueño. He hecho surf, y he disfrutado muchísimo. Por la tarde he ido al casino del barco y me ha ido de perlas. He ganado 500 dólares. Luego, el capitán me ha invitado a cenar con él en su camarote. Una sabrosa cena con caviar y champán. Después me ha preguntado si me quería quedar en su cuarto a pasar la noche, pero le he dicho que soy una mujer casada y que soy fiel a mi marido, así que he declinado su invitación.

Querido diario. Día cinco: Hoy he pasado de bajar del barco. Me he quedado toda la mañana en la piscina, tomando el sol. Por la tarde he ido al piano-bar, a echar un par de copas. El capitán me ha visto, y me ha invitado a alguna que otra. Después me ha invitado a ir a su cuarto, y le he recordado que soy una mujer casada y que le soy fiel a mi marido. El capitán se lo ha tomado muy mal. Se ha enfadado muchísimo. Me ha dicho que, si yo seguía con esa actitud, él hundiría el barco. Me he quedado aterrada.

Querido diario. Día seis: ¡Hoy he salvado a 1.800 personas! ¡Dos veces! .