Como siempre los simples ciudadanos nos preguntamos ¿cuáles son las prioridades de nuestros gobiernos? Fíjense que no hablo de partidos porque, al fin y a la postre, como decía mi padre, «todos se llevan el canto de una moneda y eso» –añadía– «concediéndoles algo de diferencia».

Ahora se preguntaría ¿cuántos intereses tienen en las aseguradoras y clínicas de medicina privada? Sé que esto no son más que líneas para la papelera, que les importan/importamos menos de cinco céntimos. Y no solo me da pena y rabia por nosotros mismos sino por nuestros jóvenes y niños. ¿Qué educación, qué mentalidad y qué sociedad les estamos enseñando/impulsando a ser? Más tecnologizados y, al mismo tiempo, más pusilánimes y más bárbaros. Clamamos contra la tauromaquia pero el alza de las peleas, la drogadicción, el alcoholismo juvenil nos ¿sorprende? ¿Se han parado a pensar por qué? Empleamos infinidad de tiempo y dinero en cambiar los adjetivos de género y, mientras tanto, sube la pobreza –que incluye a todo género– a niveles hace algunos años inconcebibles. Pero no solo eso, la Atención Primaria de las personas es un auténtico desastre, la medicina un negocio más del sistema que, sibilina pero ya descaradamente, empuja a los dolientes hacia el pago. Es decir, empuja al retroceso de la sociedad porque favorece la desigualdad y, por tanto, va en contra de los Derechos Humanos ¿No es una absoluta contradicción en el siglo XXI? ¿Dónde está el 'progreso'?

Desastres

Hemos terminado con supuesta pompa el 'Año Goya' sin fijarnos que el tan pseudoagasajado aragonés escribió y grabó en los Desastres, no solo los de su tiempo sino nuestro retrato dos siglos después ¿Y nos vanagloriamos de avanzados? Esa recreación histórica merecería la pena sobre todas las demás como denuncia, nada de risas y diversión, para nuestra vergüenza nacional. Un grabado goyesco, a no olvidar, se preguntaba Para eso hemos nacido…

Los pueblos de este país claman, los pueblos de Teruel claman desde hace 23 años

Los pueblos de este país claman, los pueblos de Teruel claman desde hace 23 años y a ustedes, a los políticos, digámoslo claramente ¿No se les cae la cara de vergüenza? Además del sueldo, con el nombramiento ¿les han regalado un máster exprés en indiferencia, en insensibilidad? ¿Son el/los gobiernos o una serie de 'muñeques' de paja en manos de las grandes empresas de todo tipo? ¿Van a debatir la ley del maltrato animal y no a coger, primero, el toro por los cuernos en el asunto de la Sanidad, la agricultura, la ganadería y el abastecimiento de las familias cuando tienen a la población en la calle?

Similitudes

¿Es corrupción, ignorancia, ineptitud, soberbia o todo junto? ¿Se dan cuenta a dónde nos están llevando entre unos y otros? ¿Saben algo de historia reciente?

Pues, mientras en estas semanas de bajo perfil parlamentario tienen algo de tiempo libre, me refiero a diputados y senadores, presidentes y 'consejeres' de todos los partidos, lean y sean capaces de trasladar los años 20, que antecedieron a los 30 y 40 del siglo XX, a los actuales años 20 del XXI.

No piensen en «lo que hemos adelantado» sino en las enormes similitudes que existen entre situaciones sociales, entre los niveles de paro, las inflaciones y las guerras, etc.

Grábense en su tono de móvil esta frase: Un pueblo que olvida su historia está siempre en peligro de repetirla y sientan, si todavía les queda algo de sentimiento, cerebro e inteligencia, que el verdadero avance es no repetir errores y su obligación política y moral es prevenir y solucionar las necesidades de los territorios. No sean como los avestruces. Tengan todos algo de dignidad.