Pluralismo en los medios

Álvaro Sierra

Álvaro Sierra

Resulta difícil de explicar lo siguiente a un sectario. A esa persona que detrás de una pantalla, ya sea televisión o smartphone, es capaz de contradecir todo lo que dicen los medios de comunicación con tal de satisfacer a su sesgo cognitivo. Y más aún cuando los custodios del bien público en la política se dedican a proferir descalificaciones a cualquier medio de comunicación. La convicción democrática se sustenta en un pulcro respeto al pluralismo informativo, y a sus líneas editoriales o columnistas de opinión. Sirva este periódico como ejemplo de pluralidad con mi firma, por mucha urticaria que le salga a algún lector. Por ello, es extraordinariamente preocupante el discurso de Pedro Sánchez o de Santiago Abascal, ante una constante crítica a múltiples medios de información. Los cuales son tildados algo así como un grupo de personas que conspiran a favor de sus intereses y no tienen un criterio editorial que respete la información y el servicio del periodismo. Sé que para muchos resulta difícil entenderlo porque ni conocen el negocio, ni el papel del editor, ni la labor del periodismo. Por mucho que crean que pueden sentar cátedra sobre todo. Hasta es difícil entenderlo para aquellos que critican la pluralidad informativa pero apenas compran más de un periódico, cambian de emisora o se preocupan en hacer zapping en los informativos. Hay que alimentar los prejuicios y el sesgo cognitivo: ¿para qué escuchar al diferente si uno siempre tiene razón?

Esos prejuicios que tienen muchos lectores, y son alimentados por parte de la política española, es una estrategia ya conocida en personajes como Trump. Ese veneno que lanzan contra los medios es nocivo como estrategia política, porque no es creíble, pero también es pernicioso para la democracia. Medios de comunicación hay de todos los colores y con todas las sensibilidades en España. Su independencia de la política es clara y nítida. Su neutralidad no lo es; porque ahí está el criterio editorial y el proyecto intelectual de un medio de comunicación. Esta expresión populista es siempre tentadora para la política pero daña los cimientos de la pluralidad.

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