El día más grande

El Periódico de Aragón

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El día del Pilar, es sin duda alguna la fecha más importante del calendario para la capital de Aragón. El 12 de octubre acoge el acto más tradicional y popular de esta larga semana, la ciudad asiste de nuevo a esa peculiar afirmación identitaria que es la Ofrenda de Flores a la Virgen del Pilar. Habitualmente son cientos de miles los participantes en este recorrido que ya hace años se convirtió en icono de una festividad que ha trascendido lo local y a la que se contempla con admiración por su grandiosidad y colorido desde otros rincones de la geografía nacional e internacional. Será posiblemente otro año de récord, con más flores, más grupos participantes y más oferentes, a los que, por fortuna, les acompañará un clima inusualmente cálido, que invitará a salir al centro de la ciudad vestido con un traje tradicional sea del lugar que sea. Es un día de devoción y respeto, un día donde se puede contemplar a gentes ataviadas con las prendas típicas de otras ciudades, de otros países o de otros continentes. La celebración de esta festividad proyecta una imagen muy positiva de la ciudad, la cuarta urbe española más poblada, y la mayoría de los visitantes que la disfrutan, se marchan con una buena impresión.

El resto de la programación es extensa y llega a los más pequeños y a los más mayores. Gran parte de ella se vive en la calle, en los diferentes escenarios que se reparten por toda la ciudad y especialmente en la plaza del Pilar, que durante estos nueve días de celebración, se convierte en el epicentro de la fiesta, en el gran salón de la ciudad: acoge el pregón, la Ofrenda de Flores, las exhibiciones de Jota, los grandes conciertos gratuitos...

Según el balance que facilita el ayuntamiento, el año pasado más de 1,7 millones de personas participaron en las actuaciones programadas. Este año, es más que probable que se superen con creces estas cifras y eso que en la programación no ha habido grandes novedades.

Sería necesario hacer un pequeña reflexión sobre la oferta y los contenidos que se encuentran los visitantes que llegan a la capital aragonesa para adaptarlos a los tiempos en los que vivimos. Al fin y al cabo, mejorar. Intentar atraer a más visitantes y buscar soluciones más imaginativas para esos días valle donde la actividad laboral se mantiene y convive con el ambiente festivo. Alguna pincelada de exclusividad que pueda atraer el mayor número posibles de miradas y que consiga aunar lo más tradicional, lo más aragonés con aquello que demandan las generaciones más jóvenes.

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