El PP elimina las lenguas del presupuesto

Las cuentas de 2024 han suprimido un esfuerzo por el aragonés de solo 20 céntimos por habitante

Joaquín Palacín

Joaquín Palacín

La aprobación del presupuesto es para cualquier gobierno un hito imprescindible para llevar a cabo las políticas que desea… o para arrinconar aquellas que no forman parte de su ideario.

En Aragón ya están aquí los presupuestos para 2024, en tiempo y forma… Pero ¿qué esconden?

Aparte de la falacia de la bajada del impuesto de Sucesiones, que ya ha quedado patente que solo es un titular pues apenas va a afectar a 150 personas y no precisamente las más necesitadas, o la bajada en el impuesto de Patrimonio que afecta escasamente a 14.000 contribuyentes, en estos presupuestos que, gracias a la recaudación del IVA, van a ser los más altos de la historia (8.500 millones), se recorta un 80% la partida de cooperación al desarrollo (para ser destinada a una asociación cercana a la extrema derecha) y el 100% de las partidas destinadas a la promoción y protección de las lenguas de Aragón.

Detengámonos en esto último.

La cantidad que se destinaba a cumplir el artículo 7 del Estatuto de Autonomía, el 3 de la Constitución, la Carta Europea de las lenguas y la Ley de lenguas (aprobada en 2013 con los votos del PP y el PAR), venía siendo en los últimos años de unos 300.000 euros. Con ellos se dotaba a una cátedra de la universidad, a la Academia, a los ayuntamientos, comarcas y entidades culturales, se convocaban premios literarios y se desarrollaban programas de promoción y difusión tanto del aragonés como del catalán de Aragón. Apenas suponía una inversión de unos 0,20 céntimos por aragonés. La visibilidad y la protección institucional había supuesto en los últimos años una mejora notable en el número de alumnos (un 100% más en el caso del aragonés), un impulso a la publicación de estudios, materiales didácticos, textos literarios, herramientas tecnológicas (gracias a la participación en un programa financiado por Europa), piezas musicales y audiovisuales, etc. Todo ello siempre con la oposición del PP y de Vox sobre todo por considerar que, contrariamente a lo que dice la ciencia, en Aragón no se habla catalán.

Pero, pongamos a los partidos ante el espejo.

El PP hizo un voto particular al dictamen general de política lingüística en las Cortes de Aragón (1997) en el que, entre otras cosas, además de reconocer que en Aragón se habla el catalán noroccidental, proponía dedicar un esfuerzo prioritario a acciones de carácter cultural y apoyar económicamente a las asociaciones e instituciones que tienen por objeto la promoción, protección, estudio, investigación y difusión de nuestras variedades o modalidades lingüísticas, tanto del aragonés como del catalán de Aragón. Variedad se predica de algo concreto: «diferencia dentro de la unidad» define este concepto la RAE que lo considera sinónimo de modalidad. Variedades o modalidades, pues, del aragonés y del catalán. Sin embargo, dos décadas después el programa electoral del PP y el de Vox, en esta materia, se diferencian bastante poco dirigiéndose hacia la extinción de las lenguas en su conjunto, y así se ha plasmado en el presupuesto eliminando todas las partidas que nominalmente tenían algo que ver con este asunto, así como la pequeña estructura administrativa que podía ponerlo en marcha.

Los otros socios, en cambio, sacaban pecho de la defensa de este patrimonio cultural aragonés en sus programas electorales. El del PAR decía: «Fomentaremos la presencia y expansión de las lenguas propias en las universidades aragonesas. Analizaremos y avalaremos las opciones más avanzadas hacia la posible cooficialidad de las lenguas aragonesas». Y Teruel Existe, por su parte, abogaba por la promoción y difusión de nuestras lenguas, a través de la dirección general de política lingüística, que fue lo primero que suprimió el gobierno de Azcón.

¿Dónde han quedado estas promesas electorales?

Habrá que suponer que en el PAR están muy satisfechos pues gracias a las enmiendas de Vox, apoyadas tanto por el PP como por ellos mismos, han suprimido la financiación de la cátedra universitaria que se ocupa de las lenguas minoritarias y de la Academia y, de paso, han reducido un tercio la cantidad destinada a trabajos técnicos de las partidas de la Dirección General de Patrimonio que ellos mismos gestionan, para llevar a cabo un «Plan para la defensa de España», la misma y por el mismo importe que los ultras han presentado en Murcia (por cierto, destinada a una entidad sin ánimo de lucro que no aparece en el texto… habrá que estar vigilantes a ver quién se lleva los 100.000 eurillos).

El PP camina, con el paso firme y marcial que marca Vox, hacia la ultraderecha. PAR y Teruel Existe le siguen gustosos los pasos. Mientras, la cultura (la primera medida de los gobiernos ultras fue suprimir la temporada de Lírica y Danza y, hace pocas semanas, Periferias), el patrimonio y las lenguas propias agonizan. Ahora ya sabemos a quién se lo podemos agradecer.