Sala de máquinas

¿Guerra mundial?

Juan Bolea

Juan Bolea

Dos de los peores conflictos armados que ahora mismo incendian el mundo, la guerra ruso-ucraniana y la guerra judío-palestina podrían desembocar en conflictos universales. Entre otros factores, por su duración, con horizontes de paz invisibles todavía, o por el evidente riesgo de que países cercanos a los frentes bélicos y otras grandes potencias se impliquen en próximos giros de dichas contiendas.

Abundando en tales futuribles, el periódico alemán Bild viene especulando en sus últimas ediciones con una posible III Guerra Mundial. Según algunas informaciones –informes, más exactamente– del ejército alemán, el Kremlin estaría planificando un gran despliegue militar en el año 2025, ofensiva que afectaría a varios países de la OTAN y a la propia Alianza en su conjunto. De llegar a ser ciertas las sospechas del alto mando germano, a partir del mes de febrero de 2025 Rusia activaría nuevas movilizaciones de tropas, hasta alistar un total de 200.000 hombres, con quienes lanzar un nuevo ataque contra Ucrania. Frente a semejante embate, previsiblemente las tropas ucranianas empezarían a ceder. Sería en ese escenario más favorable cuando Rusia, en cualquier momento, diese comienzo a sus ataques contra Occidente. El Kremlin no los iniciaría de golpe, sino de manera muy estudiada y gradual, orquestando como primera medida una serie de ciberataques que iría combinando con otras formas de guerra híbridas. En particular, a base de incitaciones contra las minorías étnicas rusas residentes en los países bálticos.

Sin abandonar el plano de la especulación, pero sin que ninguna de estas tácticas, amenazas o maniobras sea imposible, asimismo a lo largo de 2025 Rusia programaría unos ejercicios militares con Bielorrusia, procediendo a movilizar a tal efecto otros 50.000 soldados. El objetivo secreto de ese despliegue armamentístico y humano sería para el Kremlin ocupar y conquistar el llamado «corredor de Suwalki»: un territorio de 65 kilómetros cuadrados situado entre las fronteras de Polonia y Lituania, donde reside población ruso hablante. A partir de aquí, cualquier incidente fronterizo con las naciones bálticas, aunque fuera inducido artificialmente, cualquier atentado con muertes en zona OTAN podría extender el conflicto y –¿quién sabe?– dar origen a la III Guerra Mundial.

Inquietante…

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