Opinión | EL ARTÍCULO DEL DÍA

Héroes y valientes

Aleksei Navalni, el político opositor a Putin ha muerto, muy posiblemente asesinado, en la prisión siberiana

Los EEUU han sido la gran fábrica de sueños del mundo. Su supremacía audiovisual ha hecho que sus héroes lo sean en alguna medida de todo occidente. Gary Cooper en Solo ante el peligro es el mejor ejemplo. Y Superman, Capitán América o James Bond. En España los de mi generación nos conformamos con el Capitán Trueno y, en plan divertido, con Mortadelo y Filemón.

Descendiendo al mundo real, si somos observadores podemos encontrar héroes de carne y hueso, aunque a mi me gusta más fijarme en valientes, sin confundir ambos, ya que no siempre coinciden. Hay héroes que surgen de momentos de desesperación e irreflexión mientras que el valiente siempre lo es conscientemente. Y sí, claro, a veces algunos valientes terminan siendo héroes.

La persona que me mueve a escribir estas líneas es, seguro que lo han adivinado, Aleksei Navalni, el político opositor a Vladímir Putin más conocido, que ha muerto, muy posiblemente asesinado, en la prisión siberiana donde estaba ingresado. De 48 años, este abogado, político y comunicador, llevaba mucho tiempo intentando hacer ver a sus compatriotas la deriva totalitaria del líder ruso. Electoralmente fue en los comicios municipales de 2013 para la capital cuando obtuvo sus mejores resultados y mayor repercusión, siendo desde entonces hostigado, detenido, envenenado, encarcelado, pero sin que su ánimo decayese. Un hombre valiente que quiso lograr para su país lo que otros en occidente tenemos: democracia, y que arriesgó, conscientemente, su vida hasta perderla. Apoyado por tres mujeres valientes, madre, esposa e hija, ha terminado por convertirse, para miles de personas, ojalá fuesen millones, en Rusia y fuera de ese país, en todo un héroe. A fecha de hoy no sabemos si su heroísmo surtirá los efectos que él deseó, el tiempo nos lo dirá. Muchos valientes rusos están realizando gestos que para el régimen son ofensas, como asistir a homenajes al difunto.

Alguien mucho menos conocido que Navalni también demostró valentía, lo que le llevó a la muerte. En Irán existe una tenebrosa organización que responde al nombre de Policía de la Moral, que se encarga de vigilar a las mujeres en diferentes aspectos y uno de ellos es la vestimenta. Lo que para muchas personas, entre las que me cuento, es un enorme misterio, la obsesión por obligar a las mujeres a llevar oculto su pelo, es una acción que puede llevarlas a ser detenidas. Una joven, Mahsa Amini, de 22 años, se colocó el pañuelo que llevaba sobre la cabeza de forma incorrecta. Ese gesto supone una gran valentía ya que no es posible llevarlo mal para dejar el pelo descubierto sin apercibirse de ello. Por imágenes que vemos en medios audiovisuales o redes sociales hay mujeres, sobre todo jóvenes, que pasean haciendo ostentación de enseñar su pelo. No a todas las detienen, suponemos que entre los llamados policías también habrá niveles de exigencia, pero de vez en cuando sí. Y el traslado a comisaría es posible. A partir de ese momento una concatenación de circunstancias, como la brutalidad de los guardianes, llevó a la joven a la muerte el 16 de septiembre de 2023. La asistencia de muchas mujeres a concentraciones de repulsa por esta muerte, con el pelo al descubierto, pone de manifiesto que hay personas valientes entre los iraníes. Mahsa Amini, a su pesar, se convirtió para ellas en una heroína.

En Israel, a fecha de hoy, no ha aparecido ningún héroe. Sí tenemos noticias de la existencia de valientes, que se manifiestan casi a diario en contra de las decisiones del primer ministro Netanyahu en la guerra que ha emprendido contra Hamás, recibiendo a veces fuertes golpes de los antidisturbios e, incluso, siendo detenidos. También los hay en la prensa, siendo Haaretz el medio que en occidente tenemos por más significado en las denuncias contra su gobierno en la locura belicista en la que se ha embarcado. Puestos a identificar a alguien, de forma individualizada, en una demostración de valentía en estos momentos, lo podríamos encontrar en Ofer Cassif, un parlamentario que ha tomado una decisión muy complicada en ese país. A raíz de la demanda que Sudáfrica presentó ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya contra Israel por la guerra, unas 500 personas firmaron, en Israel, un manifiesto apoyando esa iniciativa. Uno de los que, con trascendencia política, firmó y defendió, incluso en el Parlamento, esa acción jurídica fue él, a sabiendas de que podría llegar a ser acusado de un delito de traición.

No puedo terminar un artículo en el que estoy escribiendo sobre valientes sin citar al mayor de todos: Nelson Mandela. Su actitud de resistencia pacífica ha guiado a otros muchos a utilizar esta forma de oponerse a políticos nada pacíficos.

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