Opinión | Salón dorado

Poleñino y el Batallador

Hoy se recuerda la vida de Alfonso I, el monarca que dio origen a una saga de leyendas entre las cuales puede estar el origen de la literatura artúrica

Había vencido en decenas de batallas, todas en cuantas había combatido en más cuarenta años como guerrero, pero perdió la última, librada ante los muros de Fraga en 1134. Fue un personaje de leyenda. Alfonso I es, en mi opinión, el monarca más interesante de la Historia de España. Segundo hijo del segundo matrimonio de Sancho Ramírez, apenas tenía probabilidades para heredar el reino, pero la muerte de sus hermanos mayores y la de su sobrino lo auparon al trono en 1104. Conquistó la ciudad de Zaragoza y las sierras celtibéricas, donde fundó Soria.

Este sábado, en Poleñino, se conmemora la muerte de Alfonso el Batallador con varios actos culturales y festivos. Los poleñinenses recuerdan la vida de este monarca, que dio origen a una saga de leyendas entre las cuales puede estar el origen de la literatura artúrica. Los caballeros del rey Arturo tenían como misión encontrar el Santo Grial, ese objeto maravilloso y sagrado que se custodiaba «en las montañas del norte de Hispania», en un castillo propiedad de tres reyes que eran hermanos: Pelles, Anfortas el rey Pescador y el rey Tullido. ¿Les suenan Pedro I, Alfonso I y Ramiro II, los tres reyes de Aragón que también fueron hermanos? ¿Y el santo cáliz, depositado en el monasterio de San Juan de la Peña hasta 1399?

Esta tarde se inaugura en Poleñino un monolito en recuerdo del Batallador, con una inscripción que reza así: «El 7 de noviembre de 1134, en esta villa de Poleñino, murió Alfonso I el Batallador, rey de Aragón, de Pamplona y de Castilla. Conquistó la mitad de la tierra aragonesa, concedió buenos fueros y protegió la convivencia de cristianos, musulmanes y judíos. Soñó con ‘merecer un lugar en la vida eterna’».

Durante la guerra civil las Brigadas Internacionales tuvieron un hospital de campaña en esta localidad, donde fueron atendidos los soldados heridos en las hostilidades de la sierra de Alcubierre. Recoge esos sucesos Agnes Hogdson, una enfermera australiana que sirvió en ese hospital y que los reflejó en su libro de memorias A una milla de Huesca, editado en 2005 por la Universidad de Zaragoza.

Poleñino es uno de esos pueblos aragoneses que desde hace medio siglo pierde inexorablemente población; ha caído de 570 habitantes en 1970 a los apenas 200 actuales. Ya no tiene escuela, pero quiere seguir teniendo memoria.

Este sábado visiten Poleñino y el domingo vayan a la visita guiada del castillo-abadía de Montearagón, donde estuvo enterrado durante varios siglos el Batallador. Disfrutarán de un fin de semana histórico.