Opinión | EL ARTÍCULO DEL DÍA

Guerras para unos pocos

Vivimos en una época en la que el concepto de guerra se siente más cercano que nunca. Aunque quizás habíamos archivado la idea, la realidad es que desde la Segunda Guerra Mundial ha habido un gran número de conflictos. Por diferentes razones, no los habíamos sentido tan cercanos, ni siquiera la guerra de Vietnam, que reflejó otras condiciones sociales y el desarrollo de un movimiento pacifista que reivindicaba un mundo de paz con lemas como «Haz el amor y no la guerra», nacidos de la contracultura en 1968. Sin embargo, la resolución de intereses ha tenido como consecuencia las guerras, en las que las personas que forman los bandos bélicos no han contribuido a provocarlas, pero sí han sido las que han ido al frente.

Como dato, la Enciclopedia Mundial de las Relaciones Internacionales informa que en los últimos 5.500 años se han producido 14.513 guerras, con un saldo de 1.240 millones de muertos. Está claro que la guerra es el camino de la sinrazón, la alternativa al diálogo y al pensamiento. El general chino Sun Tzu, en su libro sobre estrategias de guerra, afirma que «La guerra es el mayor conflicto de Estado, la base de la vida y la muerte, el Tao (camino) de la supervivencia y la extinción. Por lo tanto, es imperativo estudiarla profundamente».

En definitiva, la guerra nunca puede estar basada en razones legítimas y siempre responde a los intereses de individuos que buscan poder a cambio de vidas, nunca las suyas. Pero dejemos la historia y analicemos el momento actual, y veremos guerras que no aparecen en las noticias.

Etiopía. La guerra que se inició en noviembre de 2020 se ha cobrado 100.000 vidas y 900.000 personas están muriendo de hambre. Este conflicto, conocido como la guerra de Tigray, sigue violento un año después del acuerdo de paz. Es un conflicto territorial de independencia.

Yemen. La guerra comenzó hace ocho años y la situación no ha dejado de empeorar, generando 233.000 muertos y provocando 4,5 millones de desplazados. Actualmente, los rebeldes hutís atacan embarcaciones comerciales en la zona del mar Rojo. Esta es una guerra civil en la que Arabia Saudita interviene a favor del gobierno de Yemen, e Irán apoya a los hutís. Está considerada como la peor crisis humanitaria del mundo.

Myanmar. Solo en febrero murieron 10.000 personas. Desde que el ejército tomó el poder en 2021, ha estado atacando indiscriminadamente a la población civil y negándole cualquier tipo de ayuda.

Siria. Quizás no exista una guerra civil con más intervención internacional. Iniciada en 2011 en el marco de la «primavera árabe», lleva 13 años sin solución definitiva. Rusia ha utilizado este conflicto como campo de entrenamiento. Los participantes oficiales incluyen el régimen sirio, las fuerzas kurdas, la oposición al régimen y el ISIS, que opera como una célula terrorista. La ONU estima 307.000 muertos, 6,8 millones de desplazados internos y 5,2 millones de refugiados sirios en países vecinos.

Las guerras que sí están, de momento, en las noticias son:

Ucrania. La guerra que comenzó en febrero de 2022 es una escalada del conflicto entre Rusia y Ucrania que se inició en 2014. La invasión rusa del este de Ucrania refleja la ambición imperialista de Putin. Además de los miles de muertos, tanto civiles como soldados, Ucrania sufre el desplazamiento de 7,2 millones de personas y otros 7,1 millones desplazados internamente. A pesar de las demandas de paz de la ONU, Rusia persiste en su objetivo de convertir a Ucrania en parte de Rusia, este es un claro ejemplo de un líder; Putin, que desea pasar a la historia con el máximo poder.

El conflicto entre Israel y Palestina por el control de la región de Palestina data de principios del siglo XX. El 7 de octubre de 2023, el grupo terrorista Hamás atacó a israelíes durante la festividad de Sucot, causando 1.300 muertos, más de 3.400 heridos y tomando entre 130 y 150 rehenes. Desde entonces, Israel ha bombardeado persistentemente la Franja de Gaza, resultando en 35.562 muertos, entre ellos 15.000 niños y 10.000 mujeres, además del aislamiento de suministros de alimentos y medicinas. Un auténtico genocidio que pone al gobierno de Israel al nivel de los terroristas. ¿Estará pensando Israel que, con esa política de muertos, en tiempo futuro, los palestinos los miren como vecinos?

No enumeraremos más guerras; estas sirven como muestra de cómo somos la especie humana: matamos por cualquier excusa y siempre para beneficio de unos pocos, aquellos que necesitan más poder para respirar, otros que hacen de las guerras sus negocios y, por último, un conjunto de depravados que necesitan matar para sentirse vivos.

¿Entenderemos alguna vez que quienes somos la mayoría de la especie humana debemos detener a estos?

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