El estilo de Gay es diferente. Lejos de ser uno de tantos entrenadores histriónicos o gesticulantes que abundan en el fútbol actual, el entrenador del Real Zaragoza mantiene una imagen pública de sensatez, frialdad, educación y seguridad. Siempre mantiene la tranquilidad, aunque también se le ve contundencia y seguridad en sus exposiciones verbales, en las que nunca ha rehuido afrontar de una manera directa tanto las preguntas incómodas como los problemas puntuales. Además, tiene muy claro en cada momento la situación y los objetivos de sus futbolistas y del equipo.

Aunque no tiene tirón mediático, no engancha, y eso le pesa. Es su estilo, su personalidad. Por eso dicen algunos que es soso. Más allá, algunos le han acusado de falta de carácter. No es cierto ni se lo parece a las personas que conviven con él en el día a día y lo conocen mejor. Por su puesto, tampoco él lo cree así: "La gente equivoca una cosa. A las personas que son respetuosas o educadas se les acusa de no tener carácter. Yo, cuando tengo que decir algo, lo digo a la cara. No por moverte más en el banquillo tienes más carácter o personalidad", zanjó el técnico.