El Real Zaragoza cerró el mercado de verano, el primero bajo la dirección de Miguel Torrecilla, con ocho contrataciones y un nexo común entre ellas: futbolistas con experiencia en la categoría, que han ocupado roles secundarios en sus equipos de procedencia y a los que el club sueña con recuperar en sus mejores niveles. Todos, Álvaro Giménez, Nano Mesa, Petrovic, Vada, Gámez, Lluís López y Sainz, responden a alguno de esos patrones. Todos salvo el panameño Yanis, el verso libre de este año, una apuesta de bajo riesgo con mucho a ganar y casi nada a perder por su bajo coste.
La reestructuración de la plantilla ha sido muy importante, con salidas de peso económico como las de Larrazabal y Atienza, pero sobre todo la de Carbonell por su poderoso significado emocional. El Real Zaragoza ha conservado a Narváez, a Francés o a Francho, sus piezas más cotizadas y ha remodelado a fondo su frente de ataque.
Ahí estará el quid de la cuestión que definirá el éxito o el fracaso del primer proyecto deportivo completo de Torrecilla. El equipo terminó la temporada pasada con 37 goles a favor (tres ficticios al Alcorcón), muy lejos de los 71 del Espanyol, los 54 del Mallorca, los 51 del Leganés, los 61 del Almería, los 47 del Girona y los 52 del Rayo, los seis primeros clasificados. Sus delanteros hicieron el más espantoso de los ridículos: Toro Fernández y Vuckic no marcaron y Álex Alegría hizo solo un tanto.
Para remediar semejante desajuste, Torrecilla ha contratado a Álvaro, a Nano Mesa y, en menor medida, a Borja Sainz y Yanis. Su apuesta invernal, Alegría, resultó fallida. Todavía estamos en un espacio de tiempo insuficiente para declarar como tendencia un escenario coyuntural, pero el Real Zaragoza ha conservado en este inicio de Liga su gran déficit de la temporada pasada, el lastre que lo hundió en el fondo del océano: la falta de gol, cero a favor en las tres primeras jornadas. Y el gol será lo que marcará el éxito o el fracaso del proyecto del nuevo director deportivo. Si lo que hacen sus delanteros termina siendo un gol de Torrecilla o un gol a Torrecilla.
