El Periódico de Aragón

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La actualidad del Real Zaragoza

Apuesta por el hambre en el Real Zaragoza

Carcedo es el entrenador con menor bagaje en el fútbol profesional de todos los que ha fichado el Zaragoza en Segunda este siglo

Juan Carlos Carcedo, sentado en el banquillo de La Romareda en su presentación con el Real Zaragoza. JAIME GALINDO

La apuesta del Real Zaragoza por Juan Carlos Carcedo, un preparador que el nuevo director general del club aragonés, Raúl Sanllehí, conoce muy bien de su etapa en el Arsenal como segundo de Unai Emery durante un año y medio, entre mayo de 2018 y noviembre de 2019, es también un envite por un técnico que junto al preparador de Hondarribia ha estado en el primer nivel mundial, disputando la Champions y ganando títulos europeos y nacionales, pero que como primer entrenador solo suma 21 partidos en el fútbol profesional. Son los que dirigió en la última temporada y en la categoría de plata a la UD Ibiza-Eivissa antes de ser sustituido por Paco Jémez y después de llevar al conjunto de las Islas Pitiusas de Segunda B a la categoría de plata. Es, de este modo, el técnico con menos bagaje profesional de los que han llegado al Zaragoza para tomar las riendas en Segunda en lo que va de este siglo.

Es, entonces, la de Juan Carlos Carcedo una apuesta por el hambre, por la sabiduría y la capacidad de un entrenador que a sus 48 años le sobran experiencias vividas junto a Emery, con 14 años como su ayudante entre Almería, Valencia, Sevilla, Spartak de Moscú, París Saint Germain y Arsenal, y también conocimientos y método, pero es obvio que no tiene el bagaje profesional de otros antecesores en el puesto en el Zaragoza que han tomado las riendas en Segunda y con la mirada puesta en el ascenso a Primera, por mucho que la economía no diga lo mismo. Carcedo y Emery separaron sus caminos en el banquillo en noviembre de 2019 y el entrenador riojano asumió el puesto en el Ibiza al siguiente verano para lograr el ascenso a Segunda en esa temporada 20-21. 

Por lógica, se excluye de esa aseveración a los dos entrenadores del filial, César Láinez en la 16-17 para relevar a Agné buscando la permanencia, e Iván Martínez en la 19-20 como apuesta de la casa tras un mal inicio con Baraja. Ambos dieron el salto al primer equipo en plena crisis, pero la naturaleza de sus llegadas no tiene nada que ver con la de Carcedo ni con la de otros entrenadores fichados por el Zaragoza en esta duradera experiencia en la categoría de plata.

Solo Luis Milla tenía un balance similar como primer entrenador en España, con 26 partidos en Segunda por los 21 que suma Carcedo

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Solo Luis Milla, llegado en la 16-17, y que antes fue seleccionador sub-19 y sub-21 y que dirigió 26 partidos al Lugo en Segunda (15-16) además de una breve etapa en el Al Jazira Sporting Club de los Emiratos Árabes tenía un currículum profesional al aterrizar de tan escaso bagaje como el de Carcedo. Imanol Idiakez, fichado en la 18-19 y ahora nuevo entrenador del Leganés, no había dado el salto al fútbol profesional en España y sí había dirigido en Segunda B (Poli Ejido, Guijuelo, Real Unión, Toledo y Lleida) pero en Chipre, en la élite, había tomado las riendas del AEK Larnaka, uno de los clubs más poderosos de ese país. Mientras, Ranko Popovic, fichado por el Zaragoza en la 14-15 como relevo de Víctor Muñoz, llegó sin experiencia en España, pero con cinco años en la J1 League japonesa, en la élite nipona (Oita Trinita, Machida, Tokyo y Cerezo Osaka), además de un ascenso anterior en Serbia a la élite con el Spartak Subotica.

En el lado contrario están las apuestas por técnicos consagrados, con una amplia experiencia en la élite o en Segunda. Y el Zaragoza ha tenido algunas de ellas en los últimos tiempos en este duro caminar por Segunda, que en lo que va de siglo empezará en verano la duodécima campaña, las nueve últimas de forma consecutiva. No es, en todo caso, esa veteranía una garantía de éxito, aunque la experiencia siempre ayude.

Lucas Alcaraz llegó al Zaragoza con 586 partidos entre Primera y Segunda y dos menos sumaba Víctor Fernández al coger su relevo en diciembre de 2018

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Lucas Alcaraz llegó al Zaragoza para sustituir a Idiakez con ya 586 partidos y 18 temporadas entre Primera y Segunda, y su etapa no fue nada fructífera por cierto, con solo 8 encuentros hasta mediados de diciembre de 2018. Su sustituto, Víctor Fernández, acumulaba, además de sus títulos en el banquillo zaragocista, en la Recopa y en la Copa del Rey, y de entrar en la leyenda del equipo aragonés, 584 partidos y 19 temporadas antes de arribar de nuevo a La Romareda, 18 de ellas en la élite, para dirigir entonces por primera vez al Zaragoza en la categoría de plata.

Herrera y Víctor

Paco Herrera, el técnico que más ha entrenado en Segunda en España, llegó al Zaragoza en el último año de Agapito Iglesias con 379 partidos en el fútbol profesional, la gran mayoría en la categoría de plata. Víctor Muñoz fue el sustituto del preparador catalán, para convertirse en el último entrenador de Agapito y el primero de la Fundación Zaragoza 2032 (Juan Carlos Carcedo es el primero de la nueva propiedad), y arribó con 350 partidos y 12 cursos de profesional en España, siete en la élite y cinco de plata. 

Juan Ignacio Martínez, por su parte, había entrenado ocho temporadas en el fútbol profesional español, cuatro en Primera y las mismas en Segunda, con 362 encuentros de Liga antes de llegar al Zaragoza en diciembre de 2020, con más de cinco años sin dirigir en la Liga española. JIM, con 66 partidos, se ha ido de La Romareda como el técnico del Zaragoza que más encuentros le ha dirigido del Liga regular al conjunto blanquillo en la categoría de plata, uno más que Víctor Fernández.

Marcelino García Toral en la 08-09 (202 partidos y 5 temporadas antes de llegar), para ser el último entrenador del Zaragoza en lograr el ascenso, Raúl Agné en la 16-17 (157 partidos y 6 campañas), Paco Flores en la 02-03, también culminada con éxito, (108 encuentros y 4 cursos), Rubén Baraja en la 20-21 (107 y 5), Lluís Carreras en la 15-16 (96 y 3) o Natxo González en la 17-18 (58 y dos) presentaban un bagaje más amplio que Carcedo en el fútbol profesional español, como también lo tenían los entrenadores que llegaron para subir al Zaragoza en los dos descensos que tuvieron lugar en los años 70. Lo poseía en la 71-72 Rosendo Hernández, con 106 partidos y siete temporadas entre Primera y Segunda, lo mismo que Rafa Iriondo, con 221 y 9. Y también Arsenio Iglesias, que aterrizó en la Romareda en 1977 con 229 partidos y siete cursos entre la élite y la división de plata. 

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