Podrían haber sido hasta tres, porque la FIFA tiene ese límite de cesiones de un club a otro y los vínculos entre el Atlético de Madrid y el Real Zaragoza son absolutos, empezando por el hecho de que el secretario del Consejo del club rojiblanco es el máximo accionista de la entidad zaragocista, donde Gil Marín controla hasta cuatro de los siete consejeros de la nueva propiedad. Del Atlético llegaron cedidos, ambos sin opción de compra, Víctor Mollejo y Giuliano Simeone, pero no habrá un tercero. Así se asegura desde fuentes muy cercanas al club rojiblanco.
Borja Garcés ya fue anunciado por el Tenerife, aunque el interés por el melillense no fue tan fuerte como hace un año. Y Sergio Camello es un sueño ya diluido, puesto que el punta madrileño no jugará con absoluta seguridad en Segunda --si hubiera repetido cesión en la categoría de plata tras su exitoso paso por el Mirandés La Romareda habría sido su destino-- y va a encontrar sitio en la élite, probablemente en el Rayo. Mientras, la esperanza con Rodrigo Riquelme aún fue más efímera y su destino también está en Primera, quizá en Mestalla con la salida de Guedes.
Samuel Lino
El resto de jugadores que están en la rampa de salida del Atlético ya no encajan en las posibilidades económicas y otros, como el centrocampista Javi Serrano o el punta Carlos Martín, no han estado sobre la mesa. El Atlético, tras fichar a Nahuel Molina, tiene cubierto el cupo de extranjeros y el extremo Samuel Lino, recién incorporado del Gil Vicente y del gusto de Torrecilla, que trabajó en intentar su llegada en enero, también con el Atlético como puente, va a salir cedido, pero lo hará a un equipo de Primera, donde de nuevo el Valencia se postula como claro candidato, como el Espanyol o el Cádiz son alternativas secundarias.
Eso sí, la sinergias con el Atletico no solo están en la vía directa. El Atlético de San Luis, su franquicia en México, fue solución para el adiós de Sabin Merino y Narváez no quiso que lo fuera en su caso. Además, el club rojiblanco es muy próximo a varios equipos lusos, empezando por el Famalicao. El israelí Idan Offer, segundo accionista tras Atlético HoldCo, es el mayoritario en ese equipo luso y las buenas relaciones de Gil Marín con Mendes abren puertas en Portugal, empezando por las del Sporting Clube de Braga.
