Servicios ferroviarios

Los abonos gratuitos duplican el uso del tren convencional en Aragón

Los viajeros transportados entre septiembre y octubre ya son casi el 95% más que el año anterior a la pandemia / Huesca dispara sus cifras y el Avant de Calatayud baja en favor del regional a coste cero

Un tren regional de Renfe hace su entrada en la estación intermodal de Delicias, en Zaragoza. ÁNGEL DE CASTRO

Los bonos gratuitos impulsados por el Gobierno central en el transporte ferroviario de Cercanías y Media Distancia está teniendo un resultado incontestable en el caso de Aragón. El tren tiene un público potencial muy superior a las cifras que tradicionalmente le han situado a la cola en cuanto al número de viajeros y, aunque la medida está orientada a ayudar a las familias en su lucha contra la inflación y la escalada de precios que encarece el coste de la vida, abre la puerta a una importante reflexión: funcionaría una modalidad de bonos con precios reducidos para una clientela habitual.

Otros países ya lo hacen desde hace tiempo, como Alemania que empezó poniendo algunos a 9 euros y ya cuestan 27 con una excelente acogida por el usuario, pero ahora todo se relativiza con la excusa de que la gratuidad está detrás de ese éxito arrollador del ferrocarril como medio de transporte. Todo se achaca al coste cero, lógicamente, y con el paso de los meses se agranda ese éxito al que ya se le pueden poner cifras. En el caso concreto de la comunidad aragonesa, el hecho es que el tren ha aumentado el número de usos en un 94,6%, casi el doble en solo dos meses.

Más de 25.000 abonos

Renfe lleva expedidos en este arranque de la medida del Gobierno central más de 25.000 abonos gratuitos entre la Media Distancia y el Cercanías, al menos hasta el mes de octubre. A lo largo del mes de noviembre, y con el puente de la Constitución y la Navidad tan cerca, es previsible que esa cifra esté mucho más cerca de los 30.000. Pero esta es una evolución constante en la que sale beneficiado el tren como medio de transporte y sus viajeros.

Porque está por ver si esta buena acogida está más relacionada con el hecho de ir a trabajar o estudiar cada día en ferrocarril a coste cero para ahorrar en la economía doméstica o por la evidente lógica de que hoy, por ejemplo, viajar de Zaragoza a Valencia cuesta 35,30 euros solo el billete de ida. O 20 euros pagando una fianza por un abono que lo deja gratis si el usuario hace 16 desplazamientos como mínimo o, en caso de no hacerlo, y solo esos 20 euros por la ida y la vuelta de todas las veces que el usuario quiera. En el peor de los casos, haciendo un solo viaje al día por esa cantidad, un 40% más económico que sin tenerlo.

Viajeros subiendo a un convoy en la estación de Cariñena. | SERVICIO ESPECIAL

Son las perversiones de un modelo al que, en el país de la picaresca que es España, es complicado ponerle coto. Aun así, unos y otros, los clientes habituales y los esporádicos, suman en una estadística global de usos que no deja de crecer en la comunidad.

En solo dos meses, Aragón contabiliza 285.650 desplazamientos más este año, entre septiembre y octubre, que los contabilizados en ese mismo periodo en 2019, el último año previo al estallido de la pandemia del covid. Esto es, la comunidad ha pasado de mover a 301.720 viajeros en el tren convencional de la Media Distancia, a llevar 587.370 este 2022 que acabará, inevitablemente, batiendo todos los récords en Aragón.

Está por ver si esta buena acogida está más relacionada con el hecho de ir a trabajar o estudiar cada día en ferrocarril a coste cero para ahorrar en la economía doméstica.

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En el Cercanías también se nota pero menos, ya que con 2.951 abonos expedidos ya, el número de usuarios también ha crecido y los 56.763 usos que hubo hace tres años en septiembre y octubre ahora se han convertido en 57.266, solo un 0,8% de incremento sobre lo que ya era habitual.

En términos cuantitativos, la línea que más viajeros ha ganado es la de Barcelona-Caspe-Zaragoza-Madrid. Ha pasado de mover en dos meses a 76.362 personas en 2019 a llevar a 188.893 en este año.

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Dentro de las líneas de Media Distancia, dos corredores son en los que más impacto está teniendo la medida. El más llamativo de momento, el del eje Zaragoza-Huesca-Canfranc, donde de los 29.064 viajeros que se contabilizaron en 2019 entre septiembre y octubre se ha pasado a 66.417 en este 2022. Una evolución en la que, además de añadir más de 37.000 usos adicionales al servicio regional, sobresale ese incremento por el hecho que la implantación de los abonos gratuitos se diera a la vez que se ejecutaban unos trabajos en las vías, primero a la altura de Zuera y ahora (hasta el 16 de diciembre) en el tramo entre Ayerbe y Plasencia del Monte, que han obligado a poner en funcionamiento transbordos al autobús que suple el hándicap de tener la infraestructura cortada.

Tren del modelo S-730 que circula en Galicia y que se trasladará a Aragón para el trayecto Teruel-Madrid. | FIRMA DE FOTO

En términos cuantitativos, la línea que más viajeros ha ganado es la de Barcelona-Caspe-Zaragoza-Madrid. Esta ha pasado de mover en dos meses a 76.362 personas en 2019 a llevar a 188.893 en este año en el que los bonos gratuitos parecen tener una influencia decisiva. Y no solo es por el hecho de que signifiquen más del doble de usos que había, sino por el efecto que, en paralelo, está teniendo en otro servicio que cubre el mismo trayecto entre Zaragoza y Calatayud: el Avant.

Este servicio forma parte de la oferta de alta velocidad de Renfe que, sin ser AVE, funciona a modo de lanzadera entre la ciudad bilbilitana y la capital aragonesa. Pero al no ser de Media Distancia, no existe gratuidad, sino que hay un descuento del 50%. Conclusión: son 10 euros de coste por un trayecto de 25 minutos de duración que el de Media Distancia ofrece a coste cero por un viaje de una hora. La realidad es que para la clientela que no depende del reloj la decisión es sencilla, incluso para quienes estudian o trabajan en Calatayud, que si multiplican esos 10 euros por 22 días al mes que necesitan coger el tren se trata de elegir entre gastar 220 euros mensuales en el transporte o ahorrárselos y que salga a coste cero.

Esa decisión explica las cifras de uso y que los Avant de Calatayud hayan pasado de transportar 12.798 pasajeros en esos dos meses de 2019 a los 10.845 que llevan en ese mismo periodo en 2022. Un 15,3% de descenso en este servicio de alta velocidad regional frente al 147,3% de incremento registrado en ese mismo periodo en el tren convencional de la línea de Caspe-Zaragoza-Madrid con parada en la ciudad bilbilitana. Y la cifra es mayor si se tiene en cuenta que otra ruta, la de Lérida-Zaragoza-Arcos de Jalón-Madrid también lo hace y ha experimentado un aumento de 17.152 pasajeros en nueve meses, de los 33.683 de 2019 a los 50.835 de 2022.

La línea Zaragoza-Pamplona que llega a Vitoria y Burgos ha pasado de mover a 71.695 personas entre septiembre y octubre de 2019 a 105.488 en ese mismo periodo de 2022.

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Otros de los corredores que también han registrado un incremento significativo son los que discurren por el eje del valle del Ebro. La línea Zaragoza-Pamplona que llega a Vitoria y Burgos ha pasado de mover a 71.695 personas entre enero y octubre de 2019 a 105.488 en ese mismo periodo de 2022. La ruta de Zaragoza-Logroño que conecta también con Burgos y Valladolid ha pasado de 44.361 usos a 77.244. Y la de Castejón-Zaragoza pasa de 20.572 a 25.344 en ese periodo. Más de 70.000 desplazamientos adicionales.

Nuevo tren Teruel-Madrid

Mención especial merece la línea de Teruel, un eje que si bien estuvo afectado por las obras en la infraestructura durante el año 2019, ha experimentado un salto cualitativo en 2022 registrando entre septiembre y octubre de este año hasta 56.624 pasajeros. Son 41.037 más que hace tres años pero es uno de los corredores en los que conectar con Valencia también abre la puerta a desplazamientos que no sean estrictamente laborales. Por aquello de que 20 euros con viajes ilimitados a la costa son más baratos que lo que vale un billete sencillo solo de ida.

Además a Teruel se le abre una nueva expectativa de cara a 2023: el futuro tren que le conectará directamente con Madrid con una sola parada en Zaragoza y sin bajar del tren para quienes se suban en la capital turolense. Ahora están abocados a un transbordo en la estación de Delicias pero, según anunció el presidente de Renfe, Isaías Táboas, en su visita a la ciudad, la puesta en marcha de este servicio se hará en cuanto lleguen los 30 nuevos trenes S-106 encargados a Talgo. No porque estos convoyes, bautizados como 'Avril', vayan a aterrizar en Aragón, que se sepa, o en la línea de Teruel, en la que no podrían circular todavía, sino porque algunos se destinarán a Galicia y, cuando lo hagan, los de allí, del modelo S-730, pondrán rumbo a esta línea aragonesa.

Se trata de un vehículo que podrá circular tanto en ancho internacional de la línea del AVE como en el ancho ibérico de la línea Zaragoza-Teruel. Así que es lo más próximo a la alta velocidad que tiene a la vista la capital turolense y, de momento, desde la compañía aseguran que no hay nada definido: ni fecha de estreno, ni prestaciones o duración del servicio, ni precios ni frecuencias programadas. Pero tampoco si formarán parte de la política de abonos gratuitos ahora implantada por el Gobierno que, en su caso, dispararía las cifras de pasajeros que movería la ciudad en dirección a la capital del país y con Zaragoza. Habrá que esperar.

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