Oncología

¿Qué es el proyecto HOPE para pacientes oncológicos?

La iniciativa busca hacer más llevadera la experiencia asistencial de un paciente con cáncer

Proyecto HOPE.

Proyecto HOPE.

Redacción

HOPE, además de ser la palabra que significa esperanza en inglés, es el acrónimo de “HOspital de Día PErsonalizado”. Se trata de un proyecto impulsado por la Fundación Jiménez Díaz con el objetivo principal de mejorar la calidad de vida del paciente oncológico.

Por un lado, el proyecto HOPE busca hacer más llevadera la experiencia asistencial de un paciente con cáncer. Esa vorágine de pruebas y tratamientos médicos que, de un día para otro, trastocan la vida del afectado.

Pero no es su única vertiente, ya que también tiene como objetivo que aumente la eficacia y la seguridad clínica. Y por último, pero también importante, mejorar la satisfacción de los profesionales que trabajan con los pacientes en su día a día.

¿Cómo funciona el proyecto HOPE?

Una de las claves del funcionamiento del proyecto HOPE, de cara al paciente, es eliminar el tiempo de espera entre cita y cita. Esto se consigue agrupando las citas de las diversas pruebas y tratamientos, de tal forma que el paciente acuda al Hospital de Día Oncológico en menos ocasiones o que pase menos tiempo allí. Con esta forma de trabajar se ha conseguido reducir en un 97% el tiempo que se tarda en recibir un tratamiento.

Se reducen los tiempos de espera que un paciente permanece en el hospital entre una cita y otra, para que la estancia se reduzca de un promedio de 9-13 horas hasta las 2-3 horas. Pero también se evitan desplazamientos innecesarios de casa al hospital. Y se han eliminado citas innecesarias entre ciclos de tratamiento.

El verdadero objetivo de un proyecto como el “HOspital de Día PErsonalizado” es que el paciente oncológico sea el centro de la atención médica. Y no lo contrario, que tenga que adaptarse a los horarios de los profesionales. Se consigue evitar que el paciente se haga una prueba y tenga que esperar horas a un resultado, para después ser recibido por una enfermera, más tarde por el especialista en oncología y a continuación reciba el tratamiento. El hecho es que un ciclo normal de quimioterapia puede requerir tres o cuatro visitas al hospital, con sus correspondientes tiempos de espera

Proyecto HOPE.

Proyecto HOPE. / Cedida

Los profesionales trabajan de forma coordinada, en equipos multidisciplinares, siempre en torno a las necesidades del paciente oncológico. Y esta forma de afrontar los tratamientos, también les ha beneficiado. Por ejemplo, los oncólogos han visto reducidas las tareas administrativas en un 98% gracias a la integración de los protocolos de tratamiento dentro de la historia clínica electrónica.

Es interesante resaltar que la iniciativa parte del Área de Tumores Digestivos del Servicio de Oncología Médica de la Fundación Jiménez Díaz, cuya jefa asociada y coordinadora es la doctora Cristina Caramés. Pero nace tras las sugerencias de un grupo de pacientes que manifestaron a los profesionales la influencia que tenía en sus vidas todo el tiempo que pasaban en el hospital.

El proyecto arranca en 2019, para mejorar la vida de los más de 4.000 pacientes con cáncer a los que cada año atiende la Fundación Jiménez Díaz. Pero además cuenta con el impulso de la Unidad de Innovación Clínica y Organizativa (UICO) de los Hospitales de Quirónsalud, son cuatro en total, que están integrados en la red pública madrileña (SERMAS).

Doble reconocimiento del New England Journal of Medicine

Uno de los últimos y más importantes reconocimientos a este proyecto se ha producido este año, por parte del New England Journal of Medicine (NEJM). NEJM Group forma parte de la Sociedad Médica de Massachusetts y publica la prestigiosa revista científica NEJM Catalyst.

Dicha publicación ha destacado en su portada el proyecto HOPE, reconociendo los logros obtenidos, tanto mejorando la asistencia del paciente oncológico, como en los resultados de los tratamientos. Uno de los hitos del proyecto es, sirva como ejemplo, haber reducido los ingresos hospitalarios por toxicidad grave del tratamiento en un 25%. Además de la reducción en los tiempos de espera y en la carga administrativa que ya se han comentado.

El título del artículo es muy claro al respecto: Proyecto HOPE: Mejorando la experiencia del paciente con cáncer y sus resultados clínicos gracias a una unidad de práctica integrada y la transformación digital.

El artículo lo firman varios especialistas del Servicio de Oncología de la Fundación Jiménez Díaz, así como del Servicio de Farmacia Hospitalaria y del Hospital de Día. Entre ellos, la propia doctora Cristina Caramés, además de oncóloga, directora asistencial y de Investigación de Quirónsalud y responsable del proyecto. Pero son la representación de un amplio equipo multidisciplinar que incluye a todos los profesionales que atienden a los pacientes con cáncer.

Como claves del éxito se definen cuatro pilares: la estructuración en la recogida de datos clínicos, la obtención de resultados de análisis de sangre en menos de cinco minutos, automatización del proceso para unificar cuatro citas en una, y la integración del Portal del Paciente con la HCE, la historia clínica electrónica. Además, el paciente puede estar en contacto permanente desde su domicilio a través del dialogo web y el asistente virtual (chat-box) las 24 horas del día, lo que aumenta la seguridad y eficacia del tratamiento, la mejora en salud y calidad de vida. La experiencia y satisfacción de los pacientes, analizadas a través del NPS (Net Promotor Score, herramienta que indica la satisfacción del paciente midiendo su predisposición a recomendar un servicio tras haber sido atendido en él Hospital de Día) ha pasado del 75 al 95% de pacientes que recomendarían este servicio, destacando como aspectos mejor valorados la disminución de los tiempos de espera y de los desplazamientos, el acceso instantáneo a su equipo asistencial a través del Portal del Paciente y una atención más centrada en ellos.