FIESTA DE INTERÉS TURÍSTICO NACIONAL

Santiago Gascón: "Si no era capaz de escribir 'con verdad' que un hombre podía morir de amor, yo era un escritor de mierda"

Este novelista de Mallén recuerda cómo escribió la escena de la muerte de Diego: «Me parecía un tema casposo e increíble que alguien pueda morir de amor»

Santiago cumplió con el reto que le había propuesto su novia, que falleció meses después.

Santiago cumplió con el reto que le había propuesto su novia, que falleció meses después. / EL PERIÓDICO

«No es una cuestión mercantilista ni de creerme un divo». De hecho, los textos de Las Bodas de Isabel apenas suponen 350 euros. Santiago Gascón los registró en la Sociedad General de Autores y Editores y ahora ya ha dado el «sí» a su cesión para la 25ª edición. En el caso de que la Fundación los hubiera utilizado sin su consentimiento, este novelista tiene muy claro que el dinero que habría percibido por la multa lo hubiera destinado «a Unicef y su ayuda humanitaria en Turquía y Siria».

De todos modos, el valor sentimental de su obra es impagable. Santiago recuerda como si fuera ayer cuando Pilar Fuentes Sanz, una novia que tenía de Monreal del Campo, le retó a escribir sobre la escena de la muerte de Diego, «que salía a concurso». «Me reía porque yo escribo narrativa y me parecía un tema casposo e increíble el que alguien pudiera morir de amor», relata Santiago, quien terminó lanzándose a ello: «Ella me dijo que si no era capaz de escribir con verdad que un hombre podía morir de amor, yo era un escritor de mierda».

Una vez se presentó a dicho concurso, «supe que iba a ser el elegido»: «Esa noche no dormí y, al día siguiente, escribí el texto, que es el único que se mantiene todos los años».

Su novia falleció «pocos meses después» y por eso Santiago «siempre» se emociona con «esa escena». «Así que cuando alguien quiere traducir a dinero una emoción tan grande, a mí me da un ataque. ¿Por qué lloramos siempre en la primera representación?», recuerda con nostalgia. Una nostalgia que también le invade cuando habla de Raquel Esteban, para quien pide «solo un beso» en una carta que hizo llegar ayer a los medios de comunicación en relación a la autorización de su obra para esta 25ª edición. «Para su equipo, para los valientes que suben a un escenario sin ser profesionales, ensayan hasta la madrugada y se exponen ante miles de personas», añadió. Santiago salió al paso para aclarar que «con un beso me siento tan bien pagado». «Cuando me piden algo, siempre digo que sí. El caso es que no lo habían pedido y ya estaba en folletos y se estaba ensayando», finaliza.