Cocer un huevo es un arte, aunque pueda parecer que no. Un alimento tan básico para nuestra alimentación se puede preparar de muchas maneras distintas y quedar espectacular de todas ellas. Quién no ha disfrutado de un huevo frito, unos huevos revueltos (con sus centenares de variantes gracias a los ingredientes), de una salsa para acompañar una carne o pescado con huevo, incluso una sopa... Las opciones son muchísimas.

Y en el mundo del huevo cocido no se queda el asunto atrás. Podemos hacer huevo duro, poché, mollet, pasado por agua... Y todo eso simplemente poniendo el huevo en el agua hirviendo. Pero cada una de las preparaciones requiere de una técnica especial, de unos tiempos de cocción muy concretos y que se deben respetar y también hay que tener en cuenta que cada manera de preparar estos huevos pega con algunos platos en concreto.

Huevo duro

Huevos duros. Freepik

La preparación más clásica, pero hay que tomar una decisión importante y es si queremos una yema algo cremosa o dura por completo. Ahora bien, lo imprescindible es que no se ponga gris el exterior de la yema, porque eso significará que nos hemos pasado de cocción.

También dependerá de la porosidad del huevo y de su tamaño, pero el tiempo perfecto son 10 minutos si lo quieres un poco cremoso y 12 si lo quieres duro.

Huevo pasado por agua

Huevo pasado por agua. Damián Serrano

Una de esas recetas baratas y económicas, de las de toda la vida que eran muy empleadas en la España más humilde. Lo primero que debes tener en cuenta es que si el huevo no es fresco y no está a temperatura ambiente no te saldrá, ya que el resultado que buscamos es una clara cuajada y una yema totalmente líquida.

Para hacerlo hay que esperar a que el agua hierva, poner los huevos con mucho cuidado para que no se rompan y contar tres minutos. Cuando esté rompe la cáscara por la parte de arriba y ve sacando con una cuchara el contenido.

Huevos mollet

Huevo mollet. Hogarmanía

Es el siguiente nivel al huevo pasado por agua y es muy bien valorado en el mundo culinario. Su clara es más firme y la yema se sigue quedando líquida. La cocción es normal y el tiempo es de entre cuatro y cinco minutos, dependiendo del tamaño del huevo. Ahora bien, ten cuidado al quitar la cáscara porque son bien delicados.

Huevos poché

Huevos poché. Shutterstock

Una delicia de sabor y que queda espectacular. Ahora bien, son los más complicados de preparar, aunque tampoco necesitarás un máster. Hay que agregar al agua una cucharada de vinagre blanco por cada litro de agua. Después, hay que hacer que hierva el agua, pero cuando rompa hay que bajar el fuego para que el agua se mantenga caliente pero sin llegar a hervir. Además, hay que romper el huevo en un plato y echarlo con mucho cuidado al agua y sin batir. Ya solo quedará tratar de que la clara envuelva totalmente la yema, cocinarlo entre dos y tres minutos y pasarlo brevemente por agua fría para cortar la cocción.