Los huevos son alimentos imprescindibles en la dieta. Y además son muy socorridos por la facilidad de preparación y la rapidez que tienen. Son una gran fuente de proteínas, de grasas saludables, un imprescindible para aquellos que quieren ganar músculo y una forma muy poco calórica de dar sabor a las comidas y de comer de forma sana.

Una de las maneras que más triunfan para consumir un huevo de manera sana es cocido. Frito está descartado por la cantidad de aceite que absorbe, aunque de vez en cuando es un absoluto manjar. Ahora bien, no basta con ponerlo sin más en agua y esperar sin saber bien cuánto, porque si no se llega la yema no queda parcialmente líquida todavía y, si se pasa, se forma esa capa oscura que indica que se ha pasado.

Además, el huevo cocido no pierde propiedades tras su cocinado, es muy saciante (por lo que hace que no consumas otros alimentos más calóricos), contiene minerales esenciales como hierro, fósforo, potasio o magnesio, cuidan los ojos y además es una gran fuente de colina, que ayuda al buen funcionamiento del cerebro y del sistema nervioso. Y aparte, sus grandes proteínas.

Las claves

Lo principal para cocer un huevo es el tiempo, pero no es lo único. Algo básico y que debe cumplirse siempre es que el huevo debe quedar totalmente sumergido en el agua y hay que añadir un poco de sal. En cuanto a los tiempos, dependerá de si queremos un huevo pasado por agua, uno poché o uno clásico. Para este último caso, que es el más común, con 10 minutos debería bastar, aunque si es XL podría ser un poco más.

¿Y al microondas?

Sí, se puede hacer al microondas también y además es muy sencillo y se ahorra tiempo. Solo hay un inconveniente y es que la forma no va a quedar igual porque hay que retirar la cáscara antes de cocinarlo porque si no explotará y pondrá todo el electrodoméstico perdido. Echa el huevo en el un plato o recipiente, pincha un poco la yema, tápalo con film transparente y ponlo un minuto a media potencia. Si le falta un poco, ponlo unos pocos segundos más, pero estate atento para que no se pase.

Ahora bien, tanto si lo haces cocido como al microondas hay que dejarlo reposar. En el primer caso, en el agua, aunque para pelarlo es mejor ponerlo bajo el grifo con agua fría más que nada para no quemarte. Y en el segundo caso, en el mismo recipiente.