Su nombre científico es Lepisma saccharina, pero posiblemente lo conozcas como 'pececillo de plata' por su característico color. E igual incluso te lo has encontrado por casa (esperemos que no) y no sabían ni cómo se llamaba. Sea como fuere, estos pequeños insectos resultan muy molestos y hay que eliminarlos, porque además están asociados a la humedad y no es buen síntoma que aparezcan por el hogar.

El mayor problema es que su presencia puede desencadenar problemas mayores, como la aparición de nuevos insectos o un aumento significativo de los ácaros. De todos modos, en ciertos ambientes y situaciones es bastante común que aparezcan, por lo que no hay que alarmarse.

Ahora bien, aunque no hay que pulsar el botón del pánico, sí que es necesario ponerle remedio cuanto antes. Porque además tampoco apetece tener insectos de ningún tipo repartidos por la casa.

¿Qué son?

Los 'pececillos de plata' se alimentan de materia orgánica formada por almidón y otros polisacáridos (cartón, celulosa del papel, moho, azúcares, restos de tejidos, cabellos...). Por eso se suelen encontrar en el baño principalmente o en la cocina. Su aspecto es, también, bastante extraño. Es alargado y gris, similar a un ciempiés pero algo más fino y menos largo hasta unos 12 milímetros. No tiene alas y puede vivir entre dos y ocho años, por lo que podría acampar en tu casa sin darte cuenta.

Se ubica siempre en espacios húmedos y oscuros, por eso es habitual encontrarlo cerca del agujero de las bañeras o de los inodoros. También podría aparecer en el agujero de drenaje de pilas en las cocinas. Si quieres localizarlo, nunca vas a encontrarlo en lugares en los que llegan frecuentes rayos de luz, por lo que también podrían establecer su lugar de residencia en muebles, en la parte posterior o por bajo de los mismos si es que hay alguna tubería cerca.

¿Cómo eliminarlos?

No es difícil si sabes cómo. Por supuesto, deberás retirarlo cuando lo encuentres y deshacerte de él, pero lo más importante es mantener una serie de cuidados en el hogar para evitar su propagación o la aparición de más insectos de este tipo. Así, no volverás a encontrártelo.

  • Revisa la ventilación de tu casa y asegúrate de que está ventilada siempre.
  • Evita la humedad, sobre todo en el baño. Si acabas de ducharte, abre la puerta y las ventanas para que escape rápido.
  • Sella las grietas del suelo en las baldosas con cemento, no con silicona (se la comen y les vale como alimento).
  • Desinfecta con lejía o con agua y amoniaco.
  • Rocía con alcohol etílico la zona en la que has encontrado al insecto.
  • Utiliza en las juntas ácido bórico (cuidado si tienes mascotas, puede ser malo para ellas).
  • Echa tierra de diatomeas: espárcela por la zona y cuando el insecto se acerque a la misma se secará, matándolo

Con estos pequeños consejos desaparecerán y no volverás a verlos.