La pandemia nos ha enseñado a todos muchas cosas, pero una de ellas es la importancia de que todo esté limpio y desinfectado. Nuestro hogar, por supuesto no escapa a ello. De hecho, debemos tener un especial cuidado ya que es el lugar en el que residimos y una limpieza hará que estemos en un entorno mucho más agradable y también seguro.

Aunque muchas veces nos da pereza y no nos apetece nada ponernos con la casa y sí descansar, que también nos lo merecemos, hay estancias que por sus características se ensucian más por motivos obvios. Por ejemplo, los suelos adquieren demasiada suciedad y es necesario tener un especial cuidado con ellos.

El de la entrada es crítico por estar entrando y saliendo de casa, lo que le convierte en el primer lugar en el que cae la suciedad de la calle. La cocina tampoco escapa por ser el lugar en el que preparamos los alimentos, que pueden caer al suelo. En el comedor es habitual encontrar migas de pan o pequeños trozos de comida por el suelo... Y al final acabamos extendiendo todo por la casa. Y eso por no hablar de si tenemos mascotas, especialmente aquellas que sueltan pelo.

Producto de toda la vida

A la hora de fregar los suelos y que queden limpios como los chorros del oro no hace falta comprarse un robot, con el coste que supone. Simplemente basta con usar un producto clásico, fácil de encontrar y que es muy efectivo para los suelos: el jabón tipo beltrán.

La gran clave es utilizar la proporción adecuada para maximizar la limpieza, pero para eso estamos nosotros, para ayudarte a saber las cantidades ideales para que el suelo quede impoluto. El caso es que no quede ni demasiado espeso ni que hayamos usado tan poco jabón que no limpie como esperaríamos.

Por eso, la medida que debemos utilizar es una cucharada de jabón beltrán por cada litro de agua. Es decir, habrá que calcular en caso de que usemos un cubo de la fregona grande, porque generalmente se llena con varios litros.