Pueden ser grandes, pequeñas, con forma estrecha y alargada, con forma de L o más cuadradas. Terrazas hay muchas y de muchas maneras, pero si quieres renovar, darle un nuevo aire, hacer cambios o te acabas de comprar una casa con ella y la tienes que amueblar te plantas ante una especie de lienzo vacío que hay llenar.

Y para ello no hay que fallar. Por eso hay una serie de elementos imprescindibles, trucos de principiante para no equivocarse nunca, para evitar fallos que pueden ser catastróficos económicamente hablando o un espanto a nivel decorativo. De hecho, es importante hacerlo bien por el gusto de estar a gusto (valga la redundancia) en un espacio fundamental de la casa y en el que vamos a pasar muchas horas.

Los pasos

Lo primero y primordial es identificar para qué la quieres, porque entonces tus necesidades cambiarán drásticamente. No es lo mismo tener un pequeño espacio de descanso con sofás o sillas que un lugar en el que comer de manera asidua. Si te sobra el espacio una solución es combinar ambas, aunque no suelen abundar los metros cuadrados.

En caso de que tengas dos espacios, una buena forma de diferenciarlos es tener un suelo distinto. No quiere decir que tengas dos distintos de obra. Solo con una alfombra o un poco de césped artificial en la zona de descanso se hace mucha faena.

Y si es pequeña no hay nada mejor que aprovechar al máximo posible el espacio. Para ello, los asientos o la mesa deberán estar lo más pegado posible a los laterales y, sobre todo, deja siempre un espacio para asomarse.

En cuanto a colores y decoración, apostar por las plantas, siempre y cuando no invadan mucho espacio, es una opción excelente que aportará naturaleza, colorido y frescura. Además, dependiendo de la zona, puede ser una barrera natural ante miradas indiscretas, ya que es fundamental que siempre. Lo mismo sucede con los colores claros y neutros, todo un acierto.

Por último, los elementos plegables son imprescindibles si el espacio no te abunda, no hay que descuidar los textiles para nada, igual que sucede en los espacios interiores y, además, piensa en las horas de sol que tienes e instala un toldo si fuese necesario, que tampoco es plan de mojarse si llueve o de asarse a todas horas.