Coger ese color bronceado y moreno es una aspiración para muchas personas. Disfrutar del sol, todo un placer, sea en la terraza, en el jardín de casa, en la playa o en la piscina.

Ahora bien, tomar el sol tiene sus puntos fuertes, como la sensación de relajación, ese morenito tan característico o la asociación con el buen tiempo y el verano, que alegran a cualquiera, pero también tiene sus riesgos si no se hace de manera controlada.

Es muy fácil que aparezcan zonas irritadas, quemaduras, ampollas e incluso existe un riesgo muy real de tener cáncer de piel, con los peligros que conlleva por no tener el cuidado suficiente o que se vaya de las manos.

Los consejos

  • Usar protección solar. Dependerá un poco del color natural de la piel, teniendo más factor cuanta más blanca sea. Aun así la recomendación es que sea, como mínimo, de 15. Algunas zonas más sensibles como la cara, cuello, orejas o las pecas y lunares conviene usar un factor más elevado.
  • No vale con ponerla solo una vez. Lo último que solemos hacer es ponernos la crema y ponernos al sol y es un fallo. Debemos aplicarla, como mínimo, media hora antes de empezar a tomar el sol y cada dos horas, si no has estado a remojo, volver a aplicar.
  • Evita las horas más peligrosas. Cuando el sol está en todo lo alto y tiene más incidencia, entre las 12 y las 16 horas, es mejor directamente no exponerse a él.
  • Bebe mucha agua. La hidratación es fundamental para evitar que nos resequemos en todos los sentidos. Por supuesto, también sirven bebidas a base de agua, como refrescos.
  • No subestimes el agua. Por estar en el agua de la piscina o del mar más frescos y con menos sensación de calor no quiere decir que los rayos UVA no estén atacando tu piel. Ahí es cuando hay que extremar la precaución.
  • Cuida tu piel también tras la exposición. Usar cremas para hidratar y aliviar es imprescindible para un buen cuidado de la piel.
  • No uses colonia o desodororantes. El motivo es que tienen alcohol y favorecen la irritación de la piel, además de que puede favorecer la aparición de alergias.
  • Alimentación que favorece. Hay alimentos que favorecen el bronceado. Un truco, los mejores son aquellos que tienen color rojo o verde, como pimientos, cerezas o tomates.
  • Protege tu cabeza. Especialmente si no se tiene mucho pelo, ya que es una zona sensible. Pero con pelo también hay que cuidar.