Así como para la tortilla de patatas hay un gran debate sobre si con o sin cebolla o si más o menos cuajada e igual que están los amantes del Cola Cao y los enamorados del Nesquik, también el mundo se divide en lo que a palomitas se refiere.

Los hay que siempre las comen saladas, que son las predominantes, aunque también tienen muchísimo tirón las de mantequilla y las dulces, las de azúcar caramelizado. Es verdad que no son todo lo sanas que nos gustarían, porque contienen un nivel alto de azúcar, por lo que hay que comerlas de forma moderada, pero antes de una película en el sofá o para una tarde de domingo con amigos es un snack que viene como anillo al dedo.

Es más fácil encontrarse en el supermercado palomitas saladas, por lo que para hacerlas dulces tendrás que ponerte manos a la obra en la cocina y cocinarlas tú mismo. Pero hay dos buenas noticias. La primera es que no te llevará casi nada de tiempo y la segunda que es muy sencillo.

Ingredientes para dos personas

  • Dos puñados de maíz
  • 50 gramos de azúcar
  • 30 ml de agua
  • Una cucharada de aceite

La receta

La preparación es muy sencilla. La forma de preparar las palomitas en la sartén es exactamente igual que en el caso de las palomitas clásicas, así que esa parte del proceso no cambia. Calienta el aceite a una intensidad alta y, cuando esté, baja el fuego a una temperatura media.

Agrega el maíz, tapa la sartén o la cazuela baja y ve moviendo la sartén hasta que dejes de escuchar las explosiones del maíz. Aparta las palomitas y es hora de ponerse con el caramelo.

En una pequeña cazuela o cazo echa el azúcar con el agua y calienta a fuego medio. Es importante que sea a fuego medio, porque si se quema el caramelo sabe a rayos. También es vital que remuevas constantemente y, cuando esté listo, impregna las palomitas del caramelo líquido. En cuanto se enfríe un poco notarás que se pegarán, pero cuando se enfríen del todo se separarán con suma facilidad.