Para muchos, las latas de atún en conserva son imprescindibles para mantener una dieta sana, rica y equilibrada. Es un pescado con un sabor muy característico y rico, tiene muchísimas propiedades beneficiosas para el organismo y, además, tiene una versatilidad muy grande.

Puede quedar genial en tortilla francesa, en huevos revueltos, dentro de tortilla de patata (si la haces gorda y la cortas por la mitad o si empleas una txapela), en una ensalada, en la pasta, en canelones... La variedad es muy grande.

Ahora bien, no es oro todo lo que reluce. Lo ideal es comer bonito del norte, ya que es más sano y si no comprar el atún natural, sin aceite ni nada, como ya te contamos en otro artículo.

Uno de los grandes problemas del aceite de las latas de atún es que, para conseguir que se conserven por más tiempo, tienen, valga la redundancia, muchos conservantes y también una gran cantidad de sal.

Pero ahora se une otro problema y es que pueden contener histamina. No te alarmes, igual que hay alertas sanitarias por salmonelosis u otros patógenos, ahora hay activa una alerta por la presencia de histamina en algunas latas de atún en aceite de girasol.

En concreto son latas de la marca Montey y Didilo con número de lote L03922JC. El Ministerio de Consumo del Gobierno de España indica que no hay que consumirlas y que hay que devolverlas al punto de compra. Se trata de una lata de tamaño de un kilo con fecha de consumo preferente el 8 de febrero de 2027 y que principalmente se vendió en la Comunidad Valenciana.

Pese a ello, ten cuidado, comprueba si tienes este producto en casa y, en caso afirmativo, sigue las instrucciones del Ministerio de Consumo.