El sencillo truco para limpiar el sofá y que parezca recién comprado

La mayoría de las manchas desaparecerán con este método que apenas cuesta unos euros

El salón es el corazón de toda casa, y en su centro está el sofá. Posiblemente sea el mueble preferido del hogar (sumado a la cama) ya que en él sucede buena parte del tiempo libre. Desde leer o ver una película a conversar o echar la siesta. El sofá es para disfrutarlo solo o acompañado, pero como todo lo que usa mucho, al igual que sucede con el colchón, conviene limpiarlo a menudo. Más aún si es de esos que comen en él.

Para mantener el sofá en buen estado es importante conocer los productos y el método de limpieza adecuado. Dañarlo es muy fácil, y cambiarlo demasiado caro, por lo que a menudo se opta por llevar las cubiertas, asientos y respaldos a un establecimiento especializado, un coste que también puede evitarse. Por ello revelamos este sencillo truco para dejar el sofá impecable y que quede como nuevo.

Cómo limpiar el sofá sin dañarlo

El primer paso para limpiar el sofá de forma correcta es rociarlo con agua tibia y quede ligeramente humedecido. Después, hay que aplicar bicarbonato de sodio sobre la superficie del mueble, en particular sobre las zonas con manchas. Debe utilizarse un paño humedo para que el bicarbonato se impregne en el sofá y actúe de manera efectiva contra la suciedad (y el mal olor).

Una vez seco, habrá que pasar la aspiradora sobre la superficie del sofá para eliminar el bicarbonato así como las pelusas, migas y otros restos que puedan haberse acumulado desde la última limpieza. El último toque del proceso consistirá en rociar el mueble con alcohol de quemar para sellar la frescura.

Este es sin lugar a dudas el truco definitivo para limpiar el sofá y ahorrar unos euros.