El Gobierno de Aragón aprobará este miércoles la orden del plan de rescate al sector hostelero y lo va a hacer sin esperar al Ayuntamiento de Zaragoza, que mantiene sus exigencias y sigue sin confirmar si se sumará al proyecto .

Ayer al presidente de Aragón, Javier Lambán, ha vuelto a recordarle al alcalde zaragozano, Jorge Azcón, que el convenio ya está diseñado y que es «un proyecto y una idea que no tiene marcha atrás». Un claro mensaje con el que quería decir de una forma clara que no aceptará las exigencias que Azcón ha puesto sobre la mesa para adherirse: que sea el equipo de Gobierno de la capital de PP-Cs el que apruebe las bases, que se prime la calidad del aire y que se cuantifiquen las ayudas a los subsectores.

El presidente ha lamentado que el Ayuntamiento de Zaragoza esté «ensombreciendo» un proyecto de esta magnitud, dotado con 50 millones, de los que el 60% los aporta la DGA. «No hay comunidad autónoma en España que esté ayudando con tanto dinero a la hostelería como Aragón. Esto debería ser lo relevante», ha declarado, sin aclarar cuál será la aportación exacta que hará el Ejecutivo aragonés en la capital, o cuánto debe aportar el consistorio.

Privilegios

Lambán ha insistido en que no puede haber privilegios y en que «los concejales del ayuntamiento zaragozano no pueden pretender que, por muy grande que sea la ciudad, el Gobierno de Aragón le dé un tratamiento distinto que al resto de los 700 entes locales», ha añadido el presidente, que ha señalado que «por responsabilidad», Azcón debería adherirse el plan.

Mientras, en la plaza del Pilar, el alcalde ha insistido en que están dispuestos a negociar, pero siempre y cuando la DGA acepte sus tres exigencias, algo que, a tenor de las declaraciones del presidente, no parece que vaya a suceder.

«Tenemos la intención de seguir negociando, pero nadie va a explicarle a este ayuntamiento cómo tiene que ayudar a la hostelería», ha señalado Azcón, que nuevamente ha presumido de que Zaragoza lleva meses apoyando a la hostelería con beneficios fiscales, líneas de microcréditos o con programas para fomentar el consumo. «El plan de Lambán llega tarde y más está tardando su ejecución desde que lo anunció», ha matizado.