La tasa de abandono de perros en Zaragoza se ha estabilizado durante este verano, aunque sigue siendo alta. Desde el 1 junio, el Centro Municipal de Protección Animal (CMPA) ha recibido 132 animales, uno menos que el año pasado, y ya son 224 los canes que han pasado por las instalaciones municipales en los primeros seis meses del año. La buena noticia es que el número de adopciones se equipara al de mascotas que llegan el centro

Si se tiene en cuenta que en 2020, tras los meses de confinamiento, se disparó hasta un 25% a nivel nacional, puede entenderse que cada vez hay más conciencia. Eso, o que la obligatoriedad de identificar al animal con un chip y registrar su ADN dificulta su abandono, castigado con sanciones severas.

La veterinaria del CMPA, María Jesús Ramírez, cree «este mayor control» es una de las principales razones, ligada a las restricciones en la movilidad decretadas por la DGA para tratar de frenar el covid, lo que ha rebajado el número de animales perdidos. «Se nota que la gente ha ido menos al campo y por lo tanto que se han extraviado menos perros», explica, aunque representan un número muy bajo respecto a los abandonos que se producen, principalmente en los meses estivales.

 La mayoría, PPP

Actualmente, en el centro hay 407 animales, 224 canes y 173 gatos, que se reparten entre las instalaciones municipales (el 48%), las casas de acogida (27%) y la guardería Las Jaras (23%). De ese total, 132 han entrado desde el 1 de junio, cifra similar al mismo periodo de 2020 cuando entraron 131.

En junio del año pasado, el CMPA acogió a 190 perros, 150 de ellos cachorros, de los 544 localizados por el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil en unas condiciones higiénico-sanitarias deplorables en una finca en Maella. Prácticamente todos fueron adoptados con celeridad.

De los 227 perros que hay actualmente en el centro, el 80% son potencialmente peligrosos (PPP). No son los que más se abandonan, pero sí los que menos se adoptan. Este año han llegado 33 nuevos al CMPA, cuatro de ellos rescatados, y solo 18 han sido adoptados por una nueva familia. Una representación minoritaria ya que este año, de la totalidad de canes que han llegado hasta estas instalaciones municipales, 226 han sido adoptados.

Muchos acaban pasando el resto de su vida en estas instalaciones. Sus rasgos más duros, el estigma que recae sobre estas razas, la obligatoriedad de tener que sacarse licencia para tener como mascota un perro de estas características (que supone un coste) o las limitaciones a la hora de soltar al animal suponen un problema, dado que deben llevar bozal y solo pueden ir sueltos en zonas de esparcimiento y siempre que no haya otro PPP.

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Según explicó la veterinaria del centro, aquellos animales más expresivos, con una imagen más afable, tienen más probabilidades de ser adoptados. En la mayoría de los casos se buscan hembras, de tamaño mediano, pelo semilargo y de color calor claro porque proyectan una imagen más amistosa y cercana.

Respecto a los gatos, 99 de los 176 que han llegado hasta las instalaciones municipales han sido adoptados. Muchos de los que llegan son lactantes ya que provienen de alguna de las colonias ferales que hay en la ciudad.