A la segunda va la vencida. El equipo de Gobierno de PP y Cs en el Ayuntamiento de Zaragoza consiguió este miércoles el sí de la ultraderecha, cuyos votos son necesarios para alcanzar la mayoría en el consistorio, para mover dinero del presupuesto de este año y destinarlo a tapar el agujero de 8,7 millones de euros que quedó tras el cierre del ejercicio de 2020. Será este viernes cuando, en un pleno extraordinaria, los grupos tengan que posicionarse sobre el expediente y, según dijo el portavoz de Vox, Julio Calvo, su postura será favorable, no como ocurrió en verano, la primera vez que el alcalde Jorge Azcón trató de solventar este tema, al que está obligado por ley.

Entonces, Vox votó en contra del expediente de las partidas que tenían declararse como no disponibles, es decir, que no se iban a gastar este año, porque consideraba que algunos de los recortes planteados por PP y Cs afectaban a proyectos que habían introducido ellos en el presupuesto.

Aquella vez pusieron pegas pero ahora, cuando las partidas más perjudicadas son las de Acción Social, según criticó la izquierda, son las más perjudicadas.

El PSOE fue uno de los primeros partidos en reaccionar ante las intenciones de PP y Cs, que comunicaron a los grupos de la oposición la convocatoria del pleno del viernes justo después de las reuniones que mantuvo Azcón y la vicealcaldesa, Sara Fernández, con el resto de portavoces.

 Así, la portavoz socialista de Hacienda en el consistorio, Ros Cihuelo, anunció que su grupo votará en contra del expediente de no disponibilidad de crédito, que incluye un «recorte» de 840.000 euros a los más vulnerables. La coalición de PP y Cs, aseveró: «Hoy propone una cosa y mañana propone otra completamente diferente», en función de lo que haya dicho la formación de Santiago Abascal, de los que dependen.

Además, a las partidas de Acción Social, Cihuelo sumó otros 4,5 millones de euros de recorte en políticas de personal y otros 2 en infraestructura verde. Todo ello ha dejado unos presupuestos «irreconocibles» y, en palabras de Cihuelo, desmonta el «mito» de que «las derechas saben gestionar». «Zaragoza es un Ferrari y este gobierno lo conduce como un tractor», lamentó.

Más tarde compareció el concejal de ZeC, Alberto Cubero, que consideró que no hay «ninguna justificación» para que se trate de compensar el remanente de tesorería negativo de 2020 declarando indisponibles partidas de Acción Social, lo que achacó a exigencias de Vox, lo que después negó la ultraderecha.

Cubero criticó también que PP y Cs planteen una rebaja de 4 millones de euros en personal, con lo que se acumulan casi 10 millones de reducción este año y 150 puestos perdidos en los últimos dos.

Reunión de trabajo

Ajeno a las críticas que se le avecinaban, Azcón compareció ante los medios antes de la reunión que mantuvo con su equipo de Gobierno en el edificio del Seminario para marcar la hoja de ruta de aquí a los próximos meses. Entonces fue cuando, ante las cámaras, anunció que volverá a bajar los impuestos en las ordenanzas fiscales de 2022 –que tendrán que negociarse próximamente– pero no aclaró a qué tributos se refería ni en qué medida. Y mientras el alcalde plantea reducir sus ingresos bajando tasas, PP y Cs insisten en la mala situación de las arcas municipales.