No hubo acuerdo ni se esperaba porque se trataba de la primera reunión, pero por lo menos hubo predisposición de los grupos y buenas palabras tras el encuentro. Este jueves se reunieron los partidos con representación en el Ayuntamiento de Zaragoza para hablar del polígono de Cogullada, unas instalaciones envejecidas a las que se quiere dotar con nuevos usos para incentivar la llegada de nuevas empresas y frenar así el abandono de sus calles.

Lo primero que se necesitará, eso sí, es dinero, ya que las calles, aceras y calzadas de este polígono, situado a pocos minutos del centro de la ciudad, están muy deterioradas. Más allá de eso, los grupos presentaron sus propuestas e ideas sobre lo que hacer con Cogullada.

Antes de la reunión, sin saber qué es lo que iban a proponer los partidos de la oposición, el concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza, Víctor Serrano, aseguró ya que la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para abordar nuevos usos no incluirá vivienda porque «no tiene sentido». El de Ciudadanos precisó que esta apreciación no solo la comparten los grupos municipales, sino los empresarios del polígono. «Siempre han dicho que no quieren vivienda y no habrá recalificación de suelo para ello».

Así, Serrano dijo que lo más importante es que los grupos municipales trabajen en dotar de «nueva vida» a Cogullada, trasladar la imagen de consenso, pero, sobre todo, «intentar solucionar los problemas que acucian a los empresarios y a todos los vecinos del barrio».

El responsable de Urbanismo comentó también que los trabajos para revitalizar Cogullada están en la «recta final» y «pronto» se dará una salida coordinada desde su área para que «cuanto antes esté inmerso en un proceso de regeneración».

Sobre la partida presupuestaria de 2022 para este polígono, dijo que «lo primero es poner el buey delante del carro», por lo que el primer paso es aprobar la modificación del PGOU y luego el equipo de Gobierno de Zaragoza, PP-Ciudadanos «seguro que mostrará en el presupuesto su compromiso con este polígono y otros».

Por parte de los grupos de la izquierda, que siempre han criticado el compromiso de palabra de Serrano pero no vía presupuestos, esta primera reunión fue vista con buenos ojos.

Desde el PSOE, Horacio Royo explicó tras el encuentro que la postura de su grupo incide en dos ideas: tratar de dotar al polígono del mayor número de usos posibles, «tanto culturales como comerciales» para evitar que Cogullada esté cada vez más vacío; y reducir la burocracia para incentivar la llegada de nuevas empresas a las calles de este complejo.

Por su parte, en ZeC explicaron que sus aportaciones pretenden convertir Cogullada en un polígono «que apueste por la innovación, la economía circular y lucha contra el cambio climático, adaptando el polígono para que este sea eficiente energéticamente».

Y en Podemos afirmaron que ven «posible y cercano un acuerdo muy mayoritario en torno a sus propuestas», que son la «pervivencia del carácter industrial del polígono, incorporar el ocio nocturno en zonas alejadas de las viviendas e instalar espacios culturales, deportivos y de suelta de perros»

«Sin embargo, por mucho acuerdo que alcancemos, sin compromisos presupuestarios para dignificar Cogullada (y Malpica) la política industrial de Azcón será inexistente», sentenciaron.