Más de un centenar de vecinos del zaragozano barrio del Gancho se concentraron este domingo en la plaza del Pilar, frente al ayuntamiento, para reclamar soluciones urgentes para sus calles, degradadas por «la falta de inversión y de planes de dinamización». «Llevamos mucho tiempo pidiéndolo. ¡Basta ya!», lamentaban los manifestantes.

«Nos concentramos por lo mismo de siempre. Son años ya reivindicando que tiene que haber un plan de inversión y de rehabilitación en el barrio», explicó a los medios el presidente de la Plataforma de Afectados del Gancho y del barrio de Pignatelli, Óscar Villanueva. En su opinión, una solución pasaría por que el consistorio construyese vivienda nueva y asequible, que no sea cara ni de carácter social.

«No estamos en contra de la vivienda social pero creemos que en El Gancho ya tenemos mucha y si nuestros vecinos no tienen capacidad de gasto los negocios no florecen y cierran», dijo. Y por otro lado, recordó el experimento de las viviendas de Las Armas, que hace diez años se pusieron en alquiler por más de 600 euros, una cifra que muchas familias, sobre todo jóvenes, tampoco se pueden permitir. «Sí que vino gente pero no querían pagar esa cantidad para estar rodeados de basura, okupación y calles degradadas», contó el presidente de la plataforma.

Durante estas semanas, los partidos políticos del ayuntamiento están manteniendo reuniones para abordar un nuevo plan para Zamoray-Pignatelli pero Villanueva insiste en la falta de compromiso político: «Apoyarnos nos apoyan todos: Vox, Podemos, el PSOE, ZeC... Pero en el Gobierno, PP y Cs...». Según afirmó, el concejal Alfonso Mendoza, presidente de la junta de distrito del Casco Histórico, «lleva desde marzo sin contestar al mail ni a las llamadas». «Y Patricia Cavero (concejala de Infraestructuras y delegada de la Policía Local) no pidió que le diésemos tiempo y hemos pasado un verano insufrible», lamentó.

«Y con Jorge Azcón, el alcalde, llevamos años pidiendo una reunión y no quiere. Eso sí, en precampaña venía todos los días a contarnos las soluciones que tenía para el barrio. Llevamos este año tres edificios colapsados y no ha pasado nada por suerte. Pero, ¿y el día que pase?», zanjó.